Templo de Aphaia (Egina)

En los años iniciales del siglo V a.C. dos monumentos de distintas características, el templo de Aphaia en Egina y el Tesoro de los Atenienses en Delfos, ilustran con claridad el proceso de la consecución definitiva del ideal del templo clásico

La ciudad de Egina es la primera en emitir moneda de Grecia, imitando a las ciudades de Asia Menor.

El templo de Apolo en Thermos, el de Artemis en Corfú, el de Hera en Olimpia, el de Apolo en Delfos y el de Atenea en Atenas son los ejemplos más importantes del orden dórico en la época arcaica.

Diosa griega del pensamiento y de la victoria, hija de Zeus y protectora de Atenas.

En las excavaciones de Egina fueron hallados restos de tres frontones; dos de ellos correspondían al período de construcción del templo en la década 500-490, mientras el tercero era posterior, hacia 480. La temática de los frontones se refiere a las hazañas de los héroes eginetas en las Guerras de Troya.

A lo largo de la primera época clásica encontramos un periodo de transición al siglo V en el que destacan los frontones del templo de Aphaia en Egina; el llamado estilo severo con los grandes bronces, la decoración escultórica del Templo de Zeus en Olimpia constituida por los frontones y las metopas y las diversas manifestaciones suritálicas; mientras que Mirón supone el tránsito entre ese estilo severo y la época clásica madura.

Entre el 480-450 a.C. se desarrolla el estilo severo, ante todo, una postura artística genuinamente griega, con precedentes griegos y con desarrollo dentro de Grecia. El estilo severo es unitario y cohesionado, se centra en Grecia y se interesa por una temática consustancial al pensamiento griego, que es la figura humana. En atención a los rasgos externos se puede decir que el estilo severo es ritmo pautado, forma cerrada, grave compostura y modelado cuidadísimo, sobre todo con cincel plano.