Teatro de Taormina

Datos principales


Autor

Gustav Klimt

Fecha

1886-88

Escuela

Simbolismo

Material

Oleo sobre muro

Dimensiones

750 x 400 cm.

Museo

Burgteather de Viena

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El éxito de la Compañía de Artistas -integrada por los hermanos Gustav y Ernst Klimt y Franz Matsch- en las decoraciones de interiores teatrales les llevará a recibir el encargo de la decoración de las escaleras del Burg Teather de Viena. El promotor del encargo sería el arquitecto Karl Freiherr von Hasenauer, firmando el contrato con el comité el 20 de octubre de 1886.Adolf von Willbrand, director del Burg Teather, exigió que en los diez lienzos que decorarían las dos escaleras del teatro se representara una historia mundial del teatro. En la escalera norte Gustav Klimt pintó el Teatro de Taormina, representando el teatro del mundo romano. Se trata de una escena de danza y música en el antiguo teatro siciliano de Taormina, siguiendo el maestro vienés las normas historicistas del estilo de Hans Makart. Así podemos observar la fidelidad arqueológica en los escenarios y en los instrumentos, así como la admiración hacia la figura femenina desnuda, todavía dentro del clasicismo y alejado de imágenes modernistas como la Danae o la Nuda Veritas.Klimt nos presenta una sensacional perspectiva de la bahía siciliana al fondo, ocupando el plano central la monumental construcción teatral, con dos victorias aladas sujetando coronas de laurel y diversas estatuas en mármol. Los patricios romanos dialogan entre las columnas mientras que en primer plano podemos observar otros patricios -tumbados en cómodos lechos- contemplando la danza de la bailarina que se sitúa en el plano más cercano al espectador.

El colorido empleado es todavía bastante austero, contrastando las tonalidades marmóreas con los rojos de las telas, al igual que las pieles desnudas de las danzarinas. Podemos apreciar cierta influencia de los pre-rafaelitas en este tipo de representaciones, especialmente Burne-Jones y Leighton.Al no poderse permitir utilizar modelos profesionales, la familia y los amigos de Klimt tuvieron que posar, sirviendo algunas fotografías como base de los numerosos bocetos preparatorios realizados. Del hombre tumbado sobre el diván tenemos un sensacional estudio.Según cuenta Matsch los propios artistas no salieron satisfechos con el resultado de los trabajos pero los clientes sí emitieron un veredicto favorable, recibiendo de manos del emperador Francisco José I la Medalla de Oro al Mérito.

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