Representación de "El emperador de las Indias"

Datos principales


Alias

La conquista de México por los españoles

Autor

William Hogarth

Fecha

1732 h.

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

130,8 x 14,7 cm.

Museo

Colección Particular

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En 1665 se publicó por primera vez la obra teatral de John Dryden "El emperador de las Indias" también titulada "La conquista de México por los españoles". Se repuso en 1731 y cosechó un importante éxito entre los aristócratas que llegaron a solicitar su interpretación a sus propios hijos en las reuniones familiares. Este es el caso que nos ocupa en esta obra pintada por Hogarth, encargada en 1732 por John Conduitt, maestro de la Menta, ayudante y cuñado de Isaac Newton -cuyo busto podemos observar sobre la chimenea-. La escena que contemplamos sobre el escenario trata del amor que siente la hija del emperador mexica Moctezuma II por Hernán Cortés. Los protagonistas de esta "conversation piece" son los hijos de los aristócratas; en el escenario se encuentra lady Sophia Fernor representando el papel de Almería y lady Caroline Lennox en el de Cydaris mientras lord Leominster interpreta el papel de Cortés. La hija del cliente, Catherine es la tercera joven que se coloca en el escenario. Entre los espectadores encontramos a tres de los infantes que ocupan el lugar de honor al situarse bajo la chimenea, las princesas María y Luisa, el duque de Montague, la condesa de Deloraine y sus hijas Georgiana y Henrietta, sentadas en primer plano. El cliente y su esposa aparecen retratados en la zona izquierda de la escena. Hogarth se presenta como un excelente retratista de niños, especialmente al contrastar la naturalidad de los pequeños que están observando la interpretación y el decoro de los que están sobre el escenario. El maestro londinense se interesa por los detalles y los colores suaves y brillantes, utilizando un tratamiento fluido y una correcta iluminación que baña la escena de una luz dorada, dejando un pequeño espacio oscuro en la zona izquierda. La composición se organiza a través de una diagonal, disponiendo la escena en diferentes grupos y creando una admirable sensación de dinamismo e incluso dramatismo en los gestos y actitudes de los personajes. Todavía quedan algo lejos las escenas de crítica social que podemos contemplar en la Ultima apuesta de la dama o La mañana.

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