Napoleón despertando a la inmortalidad

Datos principales


Autor

François Rude

Fecha

1845-47

Material

Bronce

Dimensiones

250 cm. altura

Museo

Aire libre

Contenidos relacionados


El patetismo de Rude, comparable al de sus compatriotas Delacroix, Géricault y Barye, se alza como forma de exaltación política de un mundo ya histórico. Su canto a Napoleón está encarnado en esta extraordinaria estatua colocada en un jardín, cerca de Dijon, que simula un túmulo rocoso, la isla-prisión tratada como tumba-paisaje única de un cementerio. Napoleón se reincorpora después del sueño de una muerte perenne, se deshace del lienzo que lo cubría y reconoce su inmortalidad en el mundo. Para esta glorificación vuelve a servirse de una línea diagonal dominante que impulsa los pesados volúmenes y de un inquietante y sutil juego de luces y sombras. Emerge así un gesto de vitalidad latente majestuoso.

Compartir