Martirio de Santiago

Datos principales


Autor

Francisco de Zurbarán

Fecha

1639 h.

Estilo

Barroco Español

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

252 x 186 cm.

Museo

Museo del Prado

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En un lienzo de martirio como éste no podemos más que dar cuenta de la influencia que sobre su autor tuvo la obra de Jusepe Ribera, el Españoleto. Si salvamos las diferencias compositivas entre ambos pintores, en las cuales destaca Ribera sobre Zurbarán, encontraremos una similitud en el tratamiento de un tema macabro que podría caer con facilidad en lo truculento. Zurbarán toma la manera de hacer del valenciano, al reflejar figuras de tamaño parecido al natural que aproximan la acción al espectador. Tanto el volumen de las figuras como la luz que las ilumina provienen del tenebrismo, del cual eran maestros Ribera y Zurbarán. La elección del momento del martirio es también un rasgo común a ambos pintores, pues lejos de pintar el momento más sangriento seleccionan el momento más dramático y de mayor tensión emocional, que es lo que causa la verdadera impresión profunda al espectador. En efecto, si observamos la escena, Santiago está arrodillado con docilidad ante su verdugo, pero no puede evitar la crispación de su ceño ante la muerte próxima. El verdugo ha levantado ya la espada y sostiene la cabeza del santo por los cabellos. Los jueces y demás asistentes rodean a los protagonistas con los rostros desapasionados de aquéllos que cumplen su deber. Las notas sobrenaturales que indican que estamos ante un acontecimiento sagrado son dos: por un lado, el angelito que viene a traer a Santiago los atributos de su martirio, la palma y la corona; por otro, la columna que une cielo y tierra revelando que la salvación del mundo viene por la penitencia y la total entrega a Dios.

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