Martirio de Santa Catalina

Datos principales


Autor

Fernando Gallego

Fecha

1470 h.

Material

Oleo sobre tabla

Dimensiones

125 x 109 cm.

Museo

Museo del Prado

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Santa Catalina fue martirizada con unas ruedas que tenían incrustadas puntas de cuchillos y otros objetos cortantes. Pero antes de que sufriera daño, los ángeles del señor abrieron el cielo y bajaron a rescatarla, rompiendo las ruedas de martirio y derribando a sus verdugos. Estupefactos, los jueces de la santa contemplan el castigo divino. El estilo con el que Gallego pinta esta escena es el más puro hispanoflamenco, que añade a la Pintura Flamenca un punto de sensibilidad y dramatismo muy personal. El autor insiste en el detallismo prolijo para los materiales, para el paisajito nórdico que se ve al fondo, para las ricas vestiduras de los personajes de la izquierda... Esta obsesión por el realismo hace que nos muestre a unos verdugos increíblemente feos, como corresponde a los malvados, mientras que la santa aparece idealizada: piel suave, blanca como el mármol, arrodillada con las manos elegantemente juntas para rezar, manos de dedos largos y aristocráticos, al tiempo que su rostro, con expresión de dulzura, se inclina suavemente hacia el lado, enmarcado en una preciosa melena roja. La obra de Gallego está caracterizada por un duro dibujo, no exento de expresividad, en el que abundan los contrastes violentos y el realismo de sus rostros, introduciendo un toque melancólico que parece relacionado con Veit Stoss.

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