Martirio de San Lorenzo

Datos principales


Autor

Tiziano Vecellio

Fecha

1548-49

Escuela

Venecia

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

493 x 277 cm

Museo

Iglesia de los Jesuitas de Venecia

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Tras regresar de Roma en 1548 y todavía impresionado por los monumentos de la ciudad, Tiziano realizó su primera versión del Martirio de San Lorenzo, que tendrá su continuidad en la encargada por Felipe II para el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fue realizada para la iglesia de los Jesuitas de Venecia y su elaboración se prolongo durante más de diez años por lo que se aprecian perfectamente elementos identificativos de la década de 1550, momento de tensión para el artista ya que la soledad y la vejez pesan a la hora de realizar sus trabajos. El interés por las luces nocturnas, el dramatismo y la violencia del martirio caracterizarán una de las mejores obras de estos momentos. La tradición considera a San Lorenzo diácono del papa San Sixto II, siendo el encargado de administrar sus bienes. Prendido por Valeriano hacia el año 258 por no entregar los preciados bienes de la Iglesia al emperador -sí los repartió entre ciegos, mudos, pobres y menesterosos-, fue martirizado de manera brutal al ser asado en una parrilla, llegando a decir "ya estoy bastante asado por este lado, puedes darme la vuelta". La escena se desarrolla por la noche, rota la oscuridad por un relámpago que se identifica con la respuesta del santo -"Mi noche no es oscura, en ella brilla la luz"- al emperador cuando éste le vaticinó una noche de tormentos. La escasa iluminación de la escena viene determinada por la utilización de las antorchas y las brasas bajo la parrilla, acentuando el dramatismo y la tensión del momento.

Una arquitectura clásica cierra la composición en la zona de la derecha mientras que en la izquierda podemos contemplar una estatua de una matrona sobre una elevada peana. Estas referencias a la antigüedad estarían motivadas por su reciente estancia en la Ciudad Eterna donde se le llegó a reprochar su desinterés por los hallazgos arqueológicos. La disposición de las figuras entra de lleno en la crisis manierista al interesarse por los escorzos y las posturas violentas, especialmente el santo, apreciándose una significativa influencia de Miguel Angel en las colosales anatomías empleadas. La pincelada es cada vez más fluida, reduciendo la gama cromática de tal manera que sólo serán tres o cuatro los colores empleados pero con una rica variedad. Destacan especialmente las tonalidades rojas de las capas y estandartes. El resultado es una obra que tendrá gran calado en los artistas jóvenes de la Ciudad de los Canales, especialmente Tintoretto.

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