Los cuatro filósofos

Datos principales


Autor

Peter Paul Rubens

Fecha

1615 h.

Estilo

Barroco Centroeuropeo

Material

Oleo sobre tabla

Dimensiones

167 x 143 cm.

Museo

Palazzo Pitti

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Desde su juventud Rubens se integró en un ambiente humanista, sintiéndose atraído por el pensamiento neoestoico. Uno de los máximos exponentes de esta concepción filosófica era Justo Lipsio, cuya compañía Rubens empezó a frecuentar tras su llegada a Amberes en 1609. Este ambiente erudito será plasmado en varias ocasiones por los pinceles del maestro, surgiendo dos retratos colectivos de gran importancia: el Autorretrato con cuatro amigos y esta composición que contemplamos. Los protagonistas principales son los mismos en ambas escenas: el propio Rubens, su hermano Philip y Justo Lipsio, acompañados en esta ocasión por Jan Woverius. Aquí los encontramos alrededor de una mesa, cubierta con un tapete y gruesos volúmenes. Lipsio comenta un pasaje de Séneca, cuyo busto podemos contemplar en la venera del fondo, adornado con un pequeño florero con tulipanes. El cortinaje rojo abre paso a un fondo de paisaje de la colina del Palatino y del Foro romano, en el que podemos observar las luces del atardecer. Los cuatro personajes no se relacionan con sus miradas, ya que los hermanos Rubens se dirigen hacia el espectador y los otros dos la pierden en el vacío. La única referencia posible al diálogo la encontramos en los movimientos de las manos.Se trata de un homenaje póstumo a su hermano Philip y a Justo Lipsio, tal y como hacen referencia los cuatro tulipanes -dos abiertos y dos cerrados-, las ramas de hiedra que entran por la ventana o sus ropajes, más anticuados que los que llevan el pintor y Woverius. En la época en que fue pintado este retrato, el impresor Plantin-Moretus preparaba una edición de lujo del "Séneca" de Lipsio, aumentando así la carga simbólica de la escena.Para realizar esta composición, Rubens se inspiró en trabajos religiosos, especialmente en la Cena de Emaus de Tiziano que se conserva en el Museo del Louvre, lo que ha convertido al retrato de Rubens en una "sacra conversazione" para algunos especialistas.

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