La muerte de Germánico

Datos principales


Autor

Nicolas Poussin

Fecha

1626-28

Estilo

Barroco Francés

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

146 x 195 cm.

Museo

Minneapolis Institute of Art

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Esta tela es una de las más célebres de Poussin, y sería la que le abriría las puertas de la fama en sus intentos por alcanzarla a finales de los años veinte en Roma. Fue encargada por el Cardenal Francesco Barberini a finales de 1626 y entregada en enero de 1628. Era la primera vez que Poussin abordaba la historia de Roma. El asunto procede de los "Anales" del historiador romano Tácito, el cual narra la muerte de Tiberio Druso Nerón, llamado Germánico por sus resonantes victorias como general contra los germanos. Movido por la envidia y el temor a su popularidad, su padre adoptivo, el emperador Tiberio, le envía a Siria, en donde se gana la enemistad del gobernador Calpurnio Pisón y su esposa Plancina. Fieles al emperador, de quien de seguro reciben la orden, Calpurnio Pisón y su mujer envenenan a Germánico, quien se retira a Antioquía gravemente enfermo, para morir rodeado de sus amigos y su familia. Este momento trágico, el de la expiración, es el elegido por Poussin para crear una composición compleja, a causa del número de personajes implicado y el dramatismo de la escena. Germánico, agonizante, señala con el índice de su mano derecha a su mujer, Agripina, y a sus hijos, a quienes pone bajo la protección de sus amigos. Uno de los militares alza el dedo en señal de venganza ante la injusticia. La obra refleja, muy por encima de sus bacanales y "poesie", el lenguaje barroco del momento. De hecho, si entre sus influencias decisivas se encuentra el sarcófago con los relieves de la "Muerte de Meleagro", obra antigua copiada para el Museo Cartaceo de dal Pozzo, es indudable que Poussin conocía el tapiz de la "Muerte de Constantino" de Rubens, de la serie de tapices sobre el emperador que había sido ofrecida por Luis XIII al Cardenal Barberini en 1625.

Por su parte, el colorido saturado refleja la influencia de la Escuela veneciana. También es característicamente barroca la superposición de las figuras y la ausencia de formas definidas. Por primera vez, en lo que será una constante durante toda su vida, Poussin aborda un "exemplum virtutis", un ejemplo moralizante, tomado de la Historia, de lo que los romanos, y con ellos los humanistas, entendían por virtud, entendida como valor, la cualidad principal del héroe. Su tono grandioso, su belleza subordinada a los temas más profundos, como la amistad, la justicia, la muerte... alcanzó un amplio reconocimiento y supuso un punto de inflexión en la suerte artística del pintor francés.

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