Juan de Villanueva

Datos principales


Autor

Francisco José de Goya y Lucientes

Fecha

1800-05

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

90 x 67 cm.

Museo

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid)

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Don Juan de Villanueva es el mejor arquitecto español del Neoclasicismo; nacido en Madrid en 1739 se educó en un ambiente interesado por la antigüedad clásica, realizando un viaje a Italia que duró seis años. En 1768 se le encargó la restauración de las obras de El Escorial, completando su formación arquitectónica. Cuatro años más tarde recibe el encargo de proyectar dos casas de recreo siguiendo el estilo italiano al que también era aficionado Carlos III: las Casitas del Príncipe y de Arriba. En 1784 realiza el proyecto del Casino de El Pardo donde pone ya de manifiesto ideas que se aprecian en su obra maestra, el Museo del Prado, concebido como Museo de Historia Natural; el Oratorio del Caballero de Gracia y el Observatorio Astronómico - ambas en Madrid - forman la trilogía de sus principales proyectos. En Aranjuez diseñó los jardines del Palacio, obteniendo un oriental y exótico ambiente. Villanueva falleció en Madrid en 1811. Cuando le retrató Goya contaba con más de 60 años y estaba en la plenitud de su genio creador. Viste el uniforme de Académico de la Real de San Fernando con casaca azul oscura y chaleco rojo, bordadas ambas prendas en hilos de plata en mangas y cuellos. La figura del arquitecto se sitúa tras una mesa en la que encontramos un buen número de planos correspondientes a sus proyectos junto a un compás. El fondo oscuro atrae a don Juan hacia el espectador, creando un atractivo efecto volumétrico. Pero lo más destacable es el gesto de Villanueva, sus ojos despiertos y alegres, su boca entreabierta esbozando una ligera sonrisa, su frente despejada y su peluca empolvada. Las arrugas del elegante rostro están resaltadas por el fogonazo de luz que impacta en él. Los detalles del traje están realizados con una pincelada rápida y empastada, destacando el perfecto dibujo de la mano que apreciamos y de la cabeza, los dos elementos principales de este genial retrato.

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