Iglesia de Santa Maria della Pace (Roma, Italia)

Datos principales


Autor

Pietro Berrettini

Fecha

1656-57

Estilo

Barroco Italiano

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A partir de 1650, de un modo paralelo a sus búsquedas pictóricas en las que intenta atenuar su exuberancia inicial, las búsquedas arquitectónicas de Cortona se desarrollaron con mayor determinación hacia el logro de fórmulas clásicas, sobrias y grandiosas, para expresar su idea del espacio arquitectónico como un organismo plástico flexible y animado por la luz. Bien lo ejemplifica su remodelación de la iglesia cuatrocentista de Santa María della Pace (1656-57), en donde, aparte de transformar su interior con una rica decoración de estucos, ideó una originalísima sistematización de su fachada y planificó de modo ejemplar la erección de la plaza en la que está insertada. En el frontis retoma en la parte superior el motivo convexo del prospecto de los Santi Luca e Martina, pero sin que haya correspondencia con el organismo interior y sin que el movimiento sugerido por la convexidad del muro sea contrarrestado por fuertes estribos laterales. Esta función ahora se transmite a unas alas cóncavas, retrasadas a propósito y articuladas en exedra para, al aumentar el contraste entre curvas, primeros planos y fondo, conformar el espacio antecedente de la placita sobre la que avanza, con turgente plasticidad y predominio estructural y cromático, una pronaos toscana semioval, tan nítida como la perístasis del Tempietto di San Pietro in Montorio, de Bramante, en la que se inspira. Más aún, por el uso de la luz logró imprimir al complejo arquitectónico los máximos valores de vibración claroscurista, como resulta en la citada pronaos que, debido a la fuerte alteración rítmica introducida, sus anchos intercolumnios se ven ahogados en sombra y sus columnas pareadas, bañadas a toda luz.

De este modo, desvinculando la fachada de su papel tradicional de nexo entre exterior e interior, la convierte en un organismo autónomo, más interrelacionado con el espacio urbano que con el edificio. Sin la tensión estructural o la inquietud formal de Borromini, ni la reposada grandiosidad espacial y volumétrica de Bernini, Cortona alcanza una espectacular plasticidad, luminosa y colorista. Sin duda, la solución de Pietro da Cortona para Santa María della Pace es, por su claridad, un modelo de cómo los arquitectos barrocos actuaban sobre el espacio real y físico de la ciudad, implicándolo en sus operaciones, creando o modificando el tejido urbano. En este caso, de la horqueta existente en un cruce de calles surgirá una placita que se abre en abanico y cuyo espacio pentagonal, invadido por la pronaos semiovalada del templo, es contorneado en todo su perímetro por las alas cóncavas de la fachada, absorbiendo en su continuidad morfológica las puertas y ventanas de las casas de vecinos y los portillos de las vías laterales que en ella desembocan. Aplicando los conceptos de tensión dinámica y movilidad escenográfica a la planimetría urbana, Cortona confirió a Santa Maria della Pace un sugestivo poder de atracción, que invita a participar en el espectáculo. Desde la larga y estrecha vía de acceso, la mirada del viandante que de improviso topa con su fachada, es captada por la lógica espacial del ambiente, impulsada por la gradación de los planos murarios, envuelta por la luz tamizada que baña la placita, en la que destaca, sobre la densa sombra del pórtico, la luminosidad de la parte alta de su frontis monumental. Una vez en la plazoleta, el paseante cree hallarse en medio de la platea de un teatro al aire libre (la plaza), rodeado de palcos (las casas del perímetro), con un proscenio delante (el pórtico) y ante un escenario con sus bambalinas y embocaduras para los actores (todo el frontispicio con las bocacalles).

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