Felipe IV vestido de caza

Datos principales


Autor

Diego Rodríguez de Silva Velázquez

Fecha

1634/36

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

191 x 216 cm.

Museo

Museo del Prado

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Esta obra estaba destinada a la Torre de la Parada, pabellón de caza real situado en el madrileño monte de El Pardo cuya decoración fue encargada a Rubens, aunque Velázquez realizara algunos lienzos. Solemos fechar este retrato entre 1634 y 1636, ya que la Torre fue estrenada en 1636. Lo más destacable del retrato de Felipe IV cazador son los diferentes repintes que aparecen en el lienzo: la pierna izquierda estaba más desplazada a la derecha, el cañón de la escopeta era más largo y en la mano izquierda el monarca llevaba una gorra que ahora luce en su cabeza, otorgándole una postura más majestuosa que si no estuviera tocado. Estos repintes no implican que el maestro tuviera dificultades a la hora de realizar sus obras, sino que trabajaba "alla prima" como se dice en italiano, al dibujar directamente sobre el lienzo, sin hacer ningún estudio preparatorio. Así los errores tienen que ser solventados rápidamente, por lo que con el paso del tiempo y las sucesivas limpiezas y restauraciones afloran a la superficie. A pesar de la elegancia y majestuosidad del modelo, el rey posa con gran sencillez, pareciendo un caballero cualquiera. Su figura se sitúa ante un árbol para conseguir una mayor sensación volumétrica. El fondo de paisaje sugiere que estamos en el monte de El Pardo. Sin duda es digno de mención el perro que acompaña al monarca; ha sido pintado con gran soltura por el maestro, captando el aire vigilante que se le exige al perro real.

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