Estatuilla de una divinidad procedente de Homs

En 1928 se descubrió Ugarit de manera casual. El Bronce Reciente (1600-1200 a. C.) conoció el apogeo de la civilización ugarítica. La ciudad se organizó y se enriqueció con magníficas residencias, entre ellas un suntuoso Palacio real. La ciudad pasó a depender de los hititas hasta su destrucción por los pueblos del Mar hacia 1885 a.C.

Las escasas esculturas en piedra procedentes de Ugarit manifiestan influencias mesopotámicas y egipcias. La pobreza de esculturas pétreas se compensa con el relativamente abundante número de estatuillas metálicas, fundidas por lo común en cobre y bronce, y que tanto éxito alcanzaron en los talleres diseminados por el valle del Orontes y las montañas del Líbano.

La invasión de los hicsos supondrá un súbito corte con el Imperio Medio. El país experimentó gracias a ellos un cambio tal de carácter, que nunca más volvió a ser el mismo. Egipto no será ya nunca un Estado de funcionarios competentes y nada más, sino que al lado de ellos habrá lugar para el soñador y el aventurero, el reformador religioso y el amante de novedades, en suma, para tipos humanos que darán de Egipto una imagen nueva.