El famoso americano Mariano Ceballos

Datos principales


Alias

Bulls of Bordeaux I

Autor

Francisco José de Goya y Lucientes

Fecha

1824-25

Material

Grabado

Dimensiones

30´5 x 40 cm.

Museo

Biblioteca Nacional de Madrid

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Goya ya se había interesado por la técnica litográfica en Madrid, acudiendo con frecuencia al taller de José María Cardano. En Burdeos volvió a tomar interés por la litografía, ahora junto a monsieur Gaulon, quien enseñó al anciano maestro todas las posibilidades de esta nueva técnica. Al no disponer Goya de una buena situación económica - sólo recibía su sueldo como Primer Pintor de Cámara - decidió ponerse manos a la obra y realizar una serie de estampas sobre el mundo del toreo para venderlas a un precio económico en París. La impresión de 100 copias tuvo lugar entre noviembre y diciembre de 1825, denominándose la serie los Toros de Burdeos. Matheron recoge un testimonio de Antonio de Brugada - pintor de marinas y buen amigo de Goya - bastante interesante relacionado con esta serie: " Para ejecutar sus composiciones litográficas, se valía del caballete donde colocaba la piedra como si fuera un lienzo, manejando los lápices, igual que los pinceles, sin cortarlos nunca, y permanecía de pie, retirándose ó acercándose a cada minuto para juzgar los defectos. Era su sistema cubrir primero la piedra con una tinta gris uniforme, y sacar enseguida con el raspador las partes que debían tener luz; aquí una cabeza ó una figura, allá un caballo ó toro; empleando después el lápiz para reforzar y vigorizar las sombras ó para indicar las figuras y darles movimiento ... Quizás cause risa el saber que Goya trabajaba todas sus litografías con cristales de aumento; pero esto no lo hacía para darles una conclusión más esmerada, sino porque iba perdiendo la vista".La primera escena de la serie tiene como protagonista a Mariano Ceballos, torero de rasgos indios procedente de México, que montado en un toro se dispone a banderillear a otro animal. A su alrededor se colocan numerosas figuras y al fondo encontramos las tablas de la barrera y las primeras filas de la plaza, repletas de público para contemplar el espectáculo. Goya demuestra su exquisito dibujo a pesar de la delicada situación de su vista. La difícil sensación de atmósfera ha sido perfectamente captada por el maestro, creando un efecto espectacular.

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