Creación de las planetas y los astros

Datos principales


Autor

Michelangelo Buonarroti

Fecha

1511

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Fresco

Museo

Capilla Sixtina

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En el Génesis (1, 14-20) se nos narra de la siguiente manera la creación de los astros: " Después dijo Dios: "Haya luminares en el firmamento que separen el día de la noche, sirvan de signos para distinguir las estaciones, los días y los años, y luzcan en el firmamento del cielo para iluminar la tierra". Y fue así. Hizo, pues, Dios dos luminares grandes, el mayor para el gobierno del día y el menor para el gobierno de la noche, y las estrellas. Los colocó Dios en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, regular el día de la noche y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que esto era bueno. Hubo de nuevo tarde y mañana: Día cuarto". Este episodio del Génesis ha sido pintado por Miguel Ángel en la zona derecha de la composición, presentándonos a Dios con las brazos abiertos creando con su dedo hacedor el sol y la luna, acompañado de un amplia corte de angelotes. En la zona de la izquierda hallamos una figura de espaldas que vuelve a ser Dios creando ahora las plantas según el Génesis (1, 11-14): "Dijo después Dios: "Produzca la tierra hierbas, plantas sementíferas de su especie y árboles frutales que den sobre la tierra frutos conteniendo en ellos la simiente propia de su especie". Y fue así. Produjo la tierra hierbas, plantas sementíferas de su propia especie y árboles frutales que dan fruto conteniendo en ellos la simiente propia de su especie. Y vio Dios que esto era bueno. Hubo de nuevo tarde y mañana: Día tercero". Algunos estudiosos han visto en la figura de espaldas al Caos en fuga o la Noche, siendo más correcta la interpretación de unificar los días tercero y cuarto de la creación en una sola escena, algo muy habitual en el mundo gótico.

Las figuras que representan a Dios no pueden estar más escorzadas, mostrando Miguel Ángel la fuerza divina de la creación a través de la potencia escultórica del hacedor. Los personajes flotan en el aire y las telas que visten se ciñen a su cuerpo para manifestar su potente anatomía, exhibiendo Buonarroti un soberbio dibujo. Tras la reciente restauración - limpiando el fresco de repintes posteriores y pegamentos adheridos - se puede apreciar la delicada gradación de los grises y violetas que afectan a la túnica del Creador, utilizando el foco del sol para proyectar luz en los rostros de Dios y los ángeles de su corte. Miguel Ángel pintó esta escena en siete jornadas empezando por la esquina superior derecha. Los discos del sol y la luna fueron pintados directamente sobre el "intonaco" con un compás.

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