Aún dicen que el pescado es caro

Datos principales


Autor

Joaquín Sorolla

Fecha

1894

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

153 x 204 cm.

Museo

Museo del Prado

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Las primeras obras de Sorolla no están realizadas en ese típico estilo luminista por el que todo el mundo le conoce. El caso del maestro valenciano es el del típico pintor que se tiene que atener a la moda imperante en la época hasta que obtiene el éxito con su estilo personal. Este hecho, característico de los pintores españoles del siglo XIX, viene motivado por la escasez económica de sus primeros años y por el rápido deseo de triunfo, que hace que se adapten a lo exigido en el mundo académico para conseguir el dinero y la fama. Por esto, Sorolla va a realizar sus primeras obras dentro del realismo social que tanto gustaba a los críticos españoles en aquellos momentos. Con Aún dicen que el pescado es caro obtuvo una Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de 1895, por lo que el cuadro fue adquirido por el Estado y se exhibe en el Museo del Prado. A pesar de tener una temática social, Sorolla ya hace una alusión a uno de sus temas favoritos: los pescadores de su tierra natal, Valencia, que más tarde pintará en diferentes faenas cotidianas. Ahora nos pone de manifiesto lo peligroso de la pesca, lo que provocaría el título de la obra. Podemos observar a un joven pescador, tendido en la cubierta del barco, con el torso desnudo, mientras otro le sujeta por las axilas y un tercero le cura la herida con un paño. La escena, como vemos, se desarrolla en una barca al apreciarse perfectamente pescados en el fondo y diversos utensilios en primer plano: los toneles de agua dulce, las cuerdas, el candil, etc. La preocupación por la crítica social no significa que el pintor olvide los efectos lumínicos, produciéndose importantes contrastes entre luz y sombra aunque no muy violentos. Otra de sus preocupaciones será la expresividad en los rostros de sus personajes, como observamos en los gestos de los veteranos pescadores. El colorido empleado es bastante oscuro, continuando la tradición cromática de la Escuela española, aunque introduce algunos tonos verdes y azules. La conjugación de la pintura de realismo social con la luz valenciana hace de ésta una de las mejores obras del artista.

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