Asunción de la Virgen

Datos principales


Autor

Peter Paul Rubens

Fecha

1624-27

Estilo

Barroco Centroeuropeo

Material

Oleo sobre tabla

Dimensiones

490 x 325 cm.

Museo

Catedral de Amberes

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Para el altar mayor de la catedral de Amberes Rubens pintó una gran tabla con el tema de la Asunción de la Virgen, la interpretación más interesante de las realizadas por el maestro. Su concepción se remonta a 1611, momento en el que Rubens, al igual que su maestro Otto van Veen, es invitado por el cabildo de la catedral a presentar dos modelos para una pintura de altar en la que se asociara la Asunción y la Coronación de la Virgen. Las dificultades financieras atravesadas por el cabildo catedralicio provocaron la suspensión de los trabajos. En 1618 Rubens es de nuevo invitado a presentar dos nuevos modelos a las autoridades eclesiásticas y un año después firma un contrato con el deán Johannes del Rio. En el proyecto se planteaba la realización de un altar donde se integrarían la escultura y la pintura, ya que Dios Padre estaría esculpido sobre el cuadro. Jan y Robert de Nole fueron los encargados de la ejecución del marco escultórico. Rubens se puso a trabajar en el cuadro hacia 1624 pero, con motivo de la epidemia de peste que asoló Amberes, abandonó la ciudad en agosto del año siguiente, regresando en febrero de 1826. En este momento fue autorizado a pintar su obra in situ, finalizándola un año más tarde.Tomando como referencia la magnífica Asunción pintada por Tiziano para la iglesia de Santa Maria dei Frari de Venecia, el maestro flamenco crea una obra maestra protagonizada por el momento de la asunción de María, rodeada de una amplia corte de ángeles agrupados de manera rítmica.

Dos de ellos proceden a coronarla con flores, destacando sus escorzadas posturas. En la zona terrenal, formando un grupo compacto, dos mujeres examinan el sarcófago vació mientras que algunos de los apóstoles dirigen su mirada al cielo, especialmente la figura de San Juan que ocupa la zona izquierda de la composición, sirviendo de enlace entre el mundo terrenal y el celestial al tocar con su brazo una de las piernas del querubín; otros discípulos se abalanzan sobre el sarcófago para comprobar el milagro.Las tonalidades rojas, doradas y azules de los ropajes de los discípulos se reflejan en el grupo de ángeles y en la túnica de la Virgen, anticipando el estilo rococó de Tiepolo o Boucher. Las pinceladas son más rápidas y fluidas, creando un efecto atmosférico de clara inspiración veneciana.

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