Apolo y las Musas en el monte Parnaso

Debe situarse este dibujo, sin duda, varios años antes de la realización del Apolo y las Musas

Parnaso

El éxito alcanzado por Poussin con estas escenas mitológicas provocará el odio del resto de los artistas que vivían en Roma, por lo que regresó a Francia. Poussin muestra la influencia de Rafael, que marcará buena parte de la Escuela clasicista en el Barroco francés.

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, también conocido como El Parnaso. Muy influido Poussin en estos primeros años en Roma por el arte del Renacimiento italiano

Renacimiento Italiano

El desarrollo del Renacimiento constituye la gran revolución en la concepción del arte occidental. Las claves de lectura de la imagen visual que instituye han regido sin interrupción hasta nuestros días. Sólo la pintura contemporánea se ha atrevido a violar tales reglas y a provocar una ruptura tan radical y escandalosa como la que plantearon los jóvenes genios del Renacimiento italiano.

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, y, especialmente, por Rafae

Raffaello Sanzio

Pintor renacentista italiano (1483-1520) es considerado el tercer gran creador del Cinquecento. Se formó en la Escuela de Umbría - con el Perugino - pero su traslado a Florencia sirvió para que aprendiera el estilo de Leonardo, con sus figuras blandas y su interés por el claroscuro. La llamada del papa Julio II a Roma para decorar las "Stanze" provocará un nuevo cambio en su pintura, esta vez por influencia de Miguel Ángel y sus figuras escultóricas. El personal eclecticismo del maestro se aprecia en sus Sagradas Familias, posiblemente sus obras más populares.

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l, se desenvuelve en este dibujo con mayor libertad que el pintor italiano, a cuyo fresco sobre el mismo tema en el Vaticano

El Vaticano

Estado soberano, dentro de la propia ciudad de Roma, constituido en 1929 cuyo jefe es el papa. Este pequeño estado comprende la plaza y la basílica de San Pedro, El palacio pontificio y otras dependencias.

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es muy cercano el lienzo ya citado. En este boceto, Apolo no se sitúa en el centro de la escena, y los árboles se desarrollan de izquierda a derecha según un ritmo muy personal, que contribuye a dotar a la escena de mayor animación, en contraste con la estática composición de Rafael. Más tarde, al trasladar estas ideas a la tela, la escena perdería buena parte de su frescura, aproximándose al concepto del pintor italiano. Por todo ello, puede datarse hacia 1627, con bastante antelación a la obra final.