Aníbal contemplando Italia

Datos principales


Autor

Francisco José de Goya y Lucientes

Fecha

1771

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

33 x 40´5 cm.

Museo

Colección Particular

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Este sería el boceto preparatorio para el cuadro que Goya presentó en 1771 al concurso de la Academia de Parma, original del que desconocemos su paradero. Tras varios intentos para conseguir una beca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que le permitiera trasladarse a Italia para completar su formación, Goya decidió emprender el viaje por su cuenta. Alrededor de este viaje existen aun ecos legendarios como la idea de que el pintor hizo durante una temporada de torero para sufragarse los gastos. El caso es que en 1770 Goya está en Roma, trasladándose al año siguiente a Parma donde participa en un concurso convocado en 1770 y ganado por Paolo Borroni, pintor académico que ya había conseguido un segundo premio en el concurso anterior. El tema era Aníbal contemplando Italia desde los Alpes al que Goya se ajustó como se puede apreciar. El jurado argumentó un error en la manera de tratar el tema y en el color para no otorgar el premio al artista español. Aníbal se sitúa en el centro de la composición, alzándose la visera del yelmo para contemplar la campiña italiana -campiña que Goya suprimió-, acompañado de un genio alado que sujeta su brazo derecho, mientras que lleva su mano izquierda a la frente para otear el horizonte. Junto a él contemplamos a uno de sus generales portando un estandarte y en el fondo las tropas cartaginesas deseosas de entrar en batalla. En primer plano se nos presentan escudos y estandartes simbolizando la victoria y en la esquina izquierda encontramos la figura de un enemigo decapitado. El ritmo creado por el artista está muy bien conseguido, jugando con diagonales y líneas verticales que refuerzan la sensación de violencia y movimiento. El colorido empleado muestra la relación de Goya con la escuela napolitana, especialmente en la utilización de tonalidades rojas y blancas alternas, así como con la escuela veneciana en los cielos y el efecto ambiental. Por esta obra podemos afirmar que la estancia del aragonés en Italia fue tremendamente productiva, viéndose privado del premio por el deseo del jurado de beneficiar a un joven artista que había estudiado en la Escuela de Bellas Artes de Parma y concursaba por segunda vez consecutiva.

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