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Datos principales


Desarrollo


En los últimos 20 años, el perfil de la actividad femenina ha cambiado sustancialmente situándose entre los 30 y los 54 años. El incremento de la actividad femenina se ha producido a partir de los 25 años y ha descendido en las edades entre los 16 y los 19 años. En 2007, las altas tasas de actividad femenina se mantenían hasta, al menos, los 50 años. Por el contrario, la tasa de actividad de los hombres ha descendido ligeramente en todas las edades, exceptuando el tramo entre los 50 y 64 años.
198219952007
TotalMujeresHombresTotalMujeresHombresTotalMujeresHombres
De 16 a 1922,0817,9626,0411,99,6114,0919,3414,4823,93
De 20 a 2439,7135,4443,9336,4930,5142,2456,751,1761,98
De 25 a 5456,5728,9584,3459,5940,9778,1376,8566,1387,19
De 55 y más años22,4310,2437,9814,567,5623,3219,031227,61
Total41,5322,7461,6639,426,3453,2654,0343,9464,51
* Datos en porcentaje Fuente: Mujeres en cifras, 1983-2008 La tasa de actividad femenina de la Unión Europea se ha ido incrementando sucesivamente.

La española si bien sigue siendo inferior a la media, ha pasado de ser un 36% inferior a ésta a un 3% en 2007. El crecimiento ha sido espectacular, sólo superado por Holanda e Irlanda. Algunos datos sobre el trabajo de la mujer desde mediados del siglo XX, muestran los cambios que está experimentando, al tiempo que la permanencia de ciertas tendencias. En el sector en el que más se ha incorporado ha sido en el de servicios, en el que se encuentra en mayoría femenina. Inversamente, el sector que ha experimentado un menor crecimiento en su participación femenina ha sido el agrícola, con poco más del 1%. En la industria se ha incrementado en 5,3 puntos, en la construcción en 3,9 puntos, dato importante por haber sido un sector casi exclusivamente masculino. En cuanto a los tipos de trabajo, la mayoría corresponde con trabajos asalariados y del sector público, ocupando el 52,77% de los trabajos. Gráfico Otra profesión fuertemente feminizada es la enseñanza. En el curso 2006-2007 el profesorado era mayoritariamente femenino. De los 729.750 trabajadores en la enseñanza, el 59,43% eran mujeres. El mayor porcentaje de ellas se concentraban en los niveles más bajos, Educación Infantil y Primaria, así como en la Educación Especial. En la Universidad descendía la representación al 35,78% y al 14,36% en las categorías profesionales más altas, las mujeres catedráticos. Se trata del nivel más reticente al cambio, pues si, sobre el conjunto de profesorado universitario, la evolución, en 25 años anteriores considerados, ha supuesto más de 11 puntos de incremento en la participación femenina, en el ámbito de las cátedras universitarias, apenas ha supuesto 3 puntos, ya que, en el curso 1982-1983, este colectivo ya contaba con un 15,24% de mujeres.

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