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Datos principales


Desarrollo


En 1922-1923 estudiaban esta carrera en España un total de 106 chicas, de las cuales 48 lo hacían en la Universidad Central de Madrid. En el curso académico 1924-25 eran ya 68, pero la cifra constituía sólo el 12,19% de la totalidad de la matrícula femenina en esta Universidad. Precisamente había sido Medicina la carrera cursada en el siglo XIX por las pioneras españolas. La primera universitaria (María Dolores Maseras) realizó estos estudios, y la primera doctora (Martina Castells) lo fue también en esa ciencia. Sin embargo, con el paso de los años, el número de mujeres interesadas en la Medicina fue decayendo. El motivo de este relativo abandono pudo estar en el estrecho margen profesional que le quedaba a la mujer médico: casi únicamente Ginecología, Obstetricia, Pediatría y Oftalmología. Otras especialidades como la Cirugía no parecían aptas para la sensibilidad femenina. Hubo en España, a pesar de todo, algunas mujeres médicas de relieve en los años 20. Nos encontramos, en primer lugar, con Concepción Aleixandre Ballester, doctora del Hospital de la Princesa en Madrid y activa profesional desde principios de siglo. Fue miembro de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias en 1912 y ponente en 1913 de un trabajo sobre "La lactancia materna y la tuberculosis" en el segundo congreso internacional sobre este tema, celebrado en nuestro país. Trinidad Arroyo logró ser médico del cuerpo facultativo del Consultorio de Niños de Pecho, en Oftalmología.

Cecilia García de la Cosa fue una de las primeras médicos por oposición de la Marina Mercante Española. Ya antes, entre 1923 y 1926 había sido nombrada alumna interna numeraria de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla. Gráfico La otra mujer médico que ganó la misma oposición, en 1928, fue Elena Soriano Fisher. Maestra y Oftalmóloga, Soriano fue huérfana de madre desde la infancia y la educó su padre, el ginecólogo Soriano Surroca. Con él acudía a las visitas médicas y a los congresos. Fue la tercera mujer que estudió Medicina en la Universidad de Madrid y además realizó el doctorado. Se especializó en Oftalmología que era entonces una rama muy feminizada. Ejerció desde 1923 en el Instituto de Oftalmología de la Beneficencia. Fue además la primera mujer profesor clínico del Hospital de San Carlos en Madrid. Estuvo vinculada a organizaciones higiénicas y sociales, publicó numerosos artículos y denunció la situación discriminatoria que sufrían las mujeres médicos. Elena Soriano tuvo un papel muy activo en el movimiento universitario femenino internacional y en la vida pública española durante los años 20. En este sentido, organizó en España el XII Congreso de la International of Women University (13-25 de septiembre de 1928) Participó igualmente en política, formando parte del Partido Radical en un momento incierto de su vida, además de haber pertenecido antes a la Unión Patriótica de Primo. Fue también sufragista convencida y miembro del Lyceum Club, de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), e impulsora de la Asociación de Médicas Españolas, fundada en Madrid en 1928 con 15 mujeres y de la que fue secretaria.

Podemos citar también a la doctora barcelonesa María Luisa Quadras Bordes, primera radióloga española, una especialidad que se sale de las habituales entre las mujeres licenciadas en Medicina por aquellos años. Por su parte, Marina García Escalera, también licenciada en Medicina, llegó a ser Inspectora Nacional de Sanidad y contribuyó decisivamente a la fundación de la Escuela Nacional de Puericultura. Ejerció como ginecóloga en la organización sanitaria pública. Había becaria de la Residencia de Señoritas en los años 20, durante sus estudios en la Universidad. Juana García Orcoyen fue la primera licenciada navarra en Medicina, carrera que estudió en los años 20 y que posteriormente ejerció junto a su marido, médico también, director del Sanatorio Marítimo de Malvarrosa (Valencia).

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