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Datos principales


Desarrollo


Las Escuelas Técnicas Superiores no fueron holladas por el pie femenino hasta el curso académico 1923-24, cuando se matricularon en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid María Teresa Usabiaga (hija de un profesor de la Escuela) y Pilar de Careaga, bilbaína, de origen noble. Más tarde, en el curso académico 1927-28 se matriculó la primera alumna en la Escuela de Ingenieros Agrónomos, otra más (la tercera) en Ingenieros Industriales y las dos primeras en la Escuela de Arquitectura. Evidentemente, apenas se puede hablar sino de presencia testimonial. Además, salvo Pilar de Careaga que consta que llegó a sexto curso e las hizo prácticas correspondientes, no tenemos evidencia de que las demás aspirantes a ingenieras terminaran sus estudios. Pilar de Careaga ocupó las páginas de los periódicos por lo muy excepcional de su elección de carrera, como queda de manifiesto en El Debate de 23 de noviembre de 1923. En 1929, siendo ya estudiante de sexto curso, otra publicación, La Voz de la Mujer (23 de febrero de 1929), recogía sus declaraciones afirmando que pensaba ampliar estudios en Alemania y América para después ejercer su carrera hasta que contrajera matrimonio. Gráfico Las chicas que comenzaron Arquitectura, ya en la década de los 30, finalizaron sus carreras en buen porcentaje (tres de cinco: Matilde Ucelay, María Cristina Gonzalo y Rita González), unas antes y otras después de la Guerra Civil.

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