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Datos principales


Desarrollo


En Filosofía y Letras las 111 alumnas del comienzo de la década de los 20, se habían convertido en 441 durante el curso académico 1927-1928. Esto suponía el 9,6% del total del alumnado, y el 25,7% de la matrícula femenina. Licenciadas, doctoras, mujeres profesionales y estudiantes de Filosofía y Letras durante los años 20, o incluso con anterioridad, fueron María de Maeztu o Encarnación Aragoneses, más conocida como Elena Fortún, la autora de los libros de Celia. Teresa Andrade fue otra estudiante de Filosofía y Letras, sobrina del pintor Sorolla, dedicada más tarde al activismo comunista en la línea de Trotsky. Capitulo especial merece María Vicenta Amalia Goyri, doctora en Filosofía y Letras y colaboradora excepcional de su esposo, Ramón Menéndez Pidal, hasta el punto de que nunca sabrá nadie dónde llegó la labor de uno y empezó la del otro. Desarrolló a la par otra carrera profesional como docente del Instituto-Escuela, donde se ocupó de la enseñanza de la Lengua en el curso preparatorio. María Moliner es otra mujer que trabajó en los años 20. Se licenció en la rama de Historia en 1921, en la Universidad de Zaragoza. En 1922, ganó la oposición para el cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, desarrollando su labor en el Archivo de Simancas primero y en el de Murcia más tarde. Su inmensa labor en lexicografía quedaría manifiesta años después, en el Diccionario de usos del español. María Sánchez Arbós fue otra Licenciada en filosofía y Letras, pedagoga de renombre, esposa del institucionista Manuel Ontañón.

Otra figura fue Benita Asas Manterola, que llegó a los estudios universitarios de Filosofía y Letras a los 37 años. Antes había cursado Magisterio. Nacida en 1873, su vida estuvo dedicada a promover la mejora de la condición social, política, jurídica y económica de la mujer. Militó activamente como sufragista. Era católica. Entre 1924 y 1932 presidió la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), que buscaba la unión de las mujeres en un espacio común, un frente que las defendiera de las discriminación a la que estaban sometidas. El franquismo la depuró del cuerpo de maestras. Gráfico Otras, menos conocidas, lograron realizar también cierta carrera profesional en distintos ámbitos. Entre ellas podemos citar a Luisa Cuesta Gutierrez, que entre 1918 y 1921 fue auxiliar interino y luego profesor ayudante de la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid, y entre 1924 y 1927 auxiliar de la Facultad del mismo nombre en la Universidad de Santiago de Compostela. Otra licenciada en Filosofía y Letras que alcanzó metas profesionales fue María Luisa García Dorado, que en 1923 ingresó en el escalafón de Catedráticos de Instituto, siendo una de las primeras mujeres en conseguirlo; o Aurea Javierre, Doctora con Premio Extraordinario, una competente archivera e investigadora que ganó en 1930 el premio de Historia de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País.

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