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Datos principales


Desarrollo


Parece que las funciones religiosas estaban monopolizadas en las mujeres. En la lengua kampanga eran llamadas katulungan, término que los españoles traducían como catolonan. La raíz de esta palabra aparece en oficios o tareas que se hacen para ayudar o asistir a otros. Las catolonan asistían y ayudaban a la comunidad propiciando la benevolencia de los espíritus y mediando entre el mundo de los vivos y el de los difuntos. Los filipinos consideraban natural esta dedicación femenina puesto que las mujeres podían ser más persuasivas en el trato con los espíritus. En una religión donde la danza ritual ocupaba un lugar importante, los gráciles movimientos de las mujeres podían atraer de modo más favorable la atención de los dioses. Estas sacerdotisas curaban enfermedades, hacían amuletos y conjuros, guardaban y recitaban la historia de las genealogías de los barangay, pacificaban a los dioses y presentaban las peticiones y acciones de gracias de los fieles. Existía una especie de jerarquía entre ellas, pues estaban sujetas a la autoridad de la sonat. Era la que tenía más experiencia y su función principal consistía en asistir en la hora de la muerte y predecir si un alma había alcanzado la salvación o si se condenaba. En el caso de las pueblos de Mindanao y Zambales las mujeres no desempeñaban estas funciones religiosas, porque en su mayoría eran musulmanes.

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