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Datos principales


Desarrollo


La educación de los niños y las niñas en el entorno mexica se llevaba a cabo en dos instituciones: el calmecac y el telpochcalli. De ambos modelos existían centros de niñas y centros de niños. El primero era más estricto en cuanto a las normas de vida y al aprendizaje, y en él se entraba para servir a los dioses, además de recibir educación. Allí aprendían retórica, escritura, poesía... parece que las mujeres intervenían también en la elaboración de los códices, por lo que esta enseñanza debía ser fundamental. En el telpochcalli, de ambiente algo más relajado (y menos selecto), las niñas aprendían labores del tejido y bordado, además de tradiciones e historia, a cargo de mujeres mayores. Cuando los padres dejaban a sus hijos en estos colegios, les instaban a aprovechar muy bien la educación, y a comportarse según las pautas que aprendieran en el seno de estas instituciones. Gráfico Además de la enseñanza en estos centros, los niños recibían instrucción en sus casas, dentro del ámbito de la familia extensa, y a través de las 'pláticas de lo viejos', junto con los consejos recibidos de los padres. En la educación de ámbito doméstico, la madre tenía especial importancia a la hora de educar a las hijas. Era especialmente significativa la plática que el padre hacía a los hijos cuando llegaban al uso de razón que, en caso de ser hija, venía reforzada por una plática posterior de la madre. En este discurso se les marcaban las pautas de su comportamiento, para satisfacer a los dioses y para vivir conforme a los usos de los antepasados. En las mujeres se les exhortaba a ser discretas, recatadas, no buscar llamar la atención con ademanes, vestidos o pinturas exagerados, y permanecer fieles a sus maridos hasta el final de su vida.

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