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Datos principales


Rango

Edad Moderna

Desarrollo


A lo largo de la historia de la guerra en la Época Moderna aparecieron muchas mujeres heroicas que han sido elevadas al status de grandes heroínas. El problema, ha escrito Carmen Saavedra, es que sus biografías se han encuadrado en los tópicos de la historia episódica y, por ello, poco creíbles. (72) La participación de mujeres en muchos de los conflictos que salpicaron la historia moderna es evidente. En épocas de revueltas, epidemias, motines, pero también en conflictos religiosos o políticos, la presencia femenina llegó en ocasiones a ser muy relevante. Las mujeres llegaron a desarrollar un modelo caracterizado por la actuación en masa, muy agresiva y hasta temeraria y con un importante papel como catalizadoras de la acción popular. Más que empuñar las armas se encargaron en muchos casos de envalentonar a los hombres con sus gritos de ánimo. (73) Efectivamente, la presencia de mujeres en la guerra ha sido importante no sólo por su contribución directa en la lucha, sino sobre todo, por el ánimo que insuflaban en su entorno y que, en ocasiones, fue apreciado hasta por el propio enemigo.(74) Un caso único fue el de María Pita que lideró la resistencia de los coruñeses el 4 de mayo de 1589 contra las tropas inglesas, que habían comenzado el asalto a la ciudad. (75) La tradición dice que dio muerte a un alférez inglés que iba en cabeza y con la bandera mientras gritaba "Quien tenga honra, que me siga" y que esto desmoralizó a la tropa inglesa, compuesta por 20.

000 efectivos, y provocó su retirada. Una vez acabada la batalla, ayudó a recoger los cadáveres y a cuidar de los heridos. Junto con María Pita, otras mujeres de La Coruña ayudaron a defender la ciudad; está documentado el caso de Inés de Ben, que fue herida por dos balas inglesas en la batalla. También se movilizaron para ejercer labores complementarias, como el acarreo de materiales o el reavituallamiento de los combatientes. En la Guerra de Sucesión, las damas barcelonesas dieron ocasión para que numerosos textos recogieran su heroicidad durante el sitio de 1706 por las tropas borbónicas, pues prestaron auxilio a los hombres que defendían Montjuic: O nobles barcelonesas! O sempre invictas matronas! Eternament duraràn hazanyas tan portentosas.13 También en la Guerra de la Independencia hubo heroínas de renombre, el caso más conocido es el de la artillera Agustina de Aragón, y el de la gerundense María Farfá. Gráfico Es bien conocida la historia de Agustina de Aragón aquel 2 de julio de 1809 ante la defensa de la puerta conocida como del Portillo. Cuando los franceses penetraban por la brecha abierta y la pieza de artillería enmudecía por la muerte de los artilleros, Agustina, una de las mujeres que ayudaban a defender las improvisadas trincheras, llevando municiones, agua y alimentos al pie de los baluartes, se abrió paso sobre los caídos y comenzó a dirigir la pieza artillera animando a todos ellos con palabras como las que ella misma describe en un Memorial que tiempo después, hallándose en Sevilla, el 12 de agosto de 1810, dirigió al Rey: ".

..¡Animo Artilleros, que aquí hay mugeres cuando no podáis más!. No había pasado mucho rato quando cae de un balazo en el pecho el Cabo que mandaba a falta de otro Xefe, el qual se retiró por Muerto; y caen también de una granada, y abrasados de los cartuchos que voló casi todos los Artilleros, quedando por esta desgracia inutilizada la batería y espuesta a ser asaltada: con efecto, ya se acercaba una columna enemiga quando tomando la Exponente un botafuego pasa por entre muertos y heridos, descarga un cañón de a 24 con bala y metralla, aprovechada de tal suerte, que levantándose los pocos Artilleros de la sorpresa en que yacían a la vista de tan repentino azar, sostiene con ellos el fuego hasta que llega un refuerzo de otra batería, y obligan al enemigo a una vergonzosa y precipitada retirada. En este día de gloria mediante el parte del Comandante de la batería el Coronel que era de Granaderos de Palafox, la condecora el General con el título de Artillera y sueldo de seis reales diarios...". (76) Otro ejemplo de heroína en la Guerra de la Independencia fue el de María Farfá, quien durante el asedio a Gerona por el ejército francés destacó con enorme valentía. Ante el asalto francés a la ciudad, todos los hombres sanos se dirigieron a sus posiciones, mientras que las mujeres, niños y ancianos atrancaban puertas y ventanas. Como el marido de María Farfá estaba herido guardando cama en su casa, María cogió el fusil de su marido y dirigió sus pasos hacia el baluarte de San Francisco a combatir cuerpo a cuerpo. Los artilleros, desacostumbrados ante semejante visión, le increparon para que regresara a su casa a cuidar a su marido, a lo que contestó: "Cuando suena la alarma, éste (refiriéndose al fusil) es mi marido."

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