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Datos principales


Rango

Edad Moderna

Desarrollo


Fue en el siglo XVIII, cuando la actuación de algunas soberanas comenzó a no ser acorde con el ideal establecido. Uno de los ejemplos más destacados fue el de Luisa Isabel de Orleáns, esposa de Luis I. Pésimamente educada en la frívola corte de su padre, Felipe de Orleans, Regente de Francia, su conducta en España escandalizó a todo el mundo y amargó a su esposo que la quería sinceramente. El marqués de San Felipe comentó la falta de adaptación de la joven reina de quince años a la severa etiqueta de la Corte española, comparándola con Isabel de Farnesio a la que presentaba como un ejemplo de discreción. Su corto reinado mostró lo que no debía ser una reina, pues llegó incluso a ser arrestada en sus habitaciones por su comportamiento. Solamente al final, la generosidad con que cuidó a su esposo enfermo de viruelas hasta contagiarse ella misma, salvó un poco su imagen. También Isabel de Farnesio tuvo sus críticas. Fue tachada de intrigante y ambiciosa, acusada de haber manejado a Felipe V a su antojo y haber perjudicado a España y a los españoles. Su ambición maternal condujo a la corona española a intervenir en las guerras de Italia en un intento de lograr tronos italianos para sus hijos. Gráfico Todavía más graves fueron las censuras contra María Luisa de Parma acusada de mantener relaciones impropias con Godoy y de ser excesivamente caprichosa y derrochadora en una época de crisis. Aunque los tiempos que tuvo que vivir fueron muy difíciles, su conducta fue poco adecuada y contribuyó decisivamente al desprestigio de la Corona y a la pérdida del trono.

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