Camboya: Operación Chenla

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Guerra de Vietnam

Desarrollo


Durante el segundo conflicto indochino, el gobierno nordvietnamita aprovechó la neutralidad de sus estados colindantes, Laos y Camboya, para trasladar, a través de sus territorios, los hombres y equipamientos necesarios para los encuentros en el sur. Además de eso, se utilizaron numerosas áreas fronterizas como "santuarios" o bases de partida para acciones de guerrilla, sabiendo que allí podían refugiarse, ya que las fuerzas survietnamitas y las fuerzas aliadas no habrían violado la neutralidad de los países limítrofes. Laos y Camboya, durante los primeros años Sesenta no estaban en grado de oponerse al potente país vecino, sin embargo, desde 1964, el príncipe Sihanuk, Jefe de Estado camboyano, se demostró especialmente favorable al régimen nordvietnamita. Él permitió, entre otras cosas, la entrada en su propio territorio de personal militar chino, checoslovaco y soviético en apoyo a las fuerzas nordvietnamitas. Ello ocurría con el pesar de las jerarquías militares y de la administración pública. Sihanouk aceptó el paso de notables cantidades de equipamientos bélicos a través del denominado "sendero de Ho Chi Minh"; en particular, permitió el desembarco de materiales necesarios para la guerrilla vietcong al Sur, en el puerto camboyano de Sihanoukville. Se ha calculado que el 80% de los refuerzos necesarios para la guerrilla comunista pasaron por dicho puerto. Hay que hacer notar que dichas acciones en favor de Hanoi estaban también estimuladas por fines de lucro ya que, por ejemplo, uno de los familiares de Sihanouk poseía la compañía de transportes que realizaba las entregas hasta el territorio vietnamita.

Dicha situación perduró, de forma alternativa y con una creciente oposición interna, hasta el 18 de marzo de 1970, cuando, durante un viaje de Sihaouk a China y URSS, la Asamblea Nacional camboyana votó de forma unánime la destitución de Sihaouk y el nombramiento como Jefe de Estado del comandante de las Fuerzas Armadas, el general Lon Nol. El Estado se convirtió en una república orientada hacia Occidente y a los vietnamitas se les ordenó abandonar el territorio camboyano, mientras, al mismo tiempo, se pidió el apoyo de las naciones occidentales. Pocos días después de la constitución del nuevo gobierno, las fuerzas armadas camboyanas (FANK-Forces Armées Nationales Khmer) comenzaron acciones ofensivas contra las unidades nordvietnamitas presentes en su propio territorio. Un válido apoyo a la neonata república camboyana se lo ofrecieron los Estados Unidos, Corea del Sur, Indonesia, Thailandia y la República de Vietnam del Sur. Se dio así el vía libre a la expansión y reorganización del Ejército camboyano, hasta aquel momento mal equipado y con una fuerza numérica inferior al mínimo necesario para garantizar las libertades fundamentales de la Nación. Especialmente se comenzó una campaña de reclutamiento y adiestramiento implicando a 2.000 Khmer Krom, miembros de la etnia camboyana que, anteriormente, se habían establecido en las regiones de Vietnam del Sur, adiestrados por las US Special Forces con una elevada experiencia de combate. El apoyo de consejeros militares occidentales fue un elemento decisivo que permitió la entrada en acción, en pocas semanas, de las unidades camboyanas.

El ejército nordvietnamita presente en el territorio camboyano, en 1970, consistía en unidades de combate especialmente adiestradas, con elevada experiencia de guerra y dotada de equipamientos bélicos sofisticados, como por ejemplo, el sistema lanzamisiles antiaéreo SAM 7, de fabricación soviética. El adversario que se presentaba a las fuerzas camboyanas era, por tanto, decididamente temible, a pesar de que el gobierno de Phnom Penh estaba firmemente convencido de que debía enviar sus fuerzas para liberar parte de los territorios nacionales en mano del enemigo. La connivencia de Sihanuk con el régimen de Hanoi hizo que un elevado número de unidades nordvietnamitas, con el pasar de los años, se fueran infiltrando en el interior del territorio camboyano, apropiándose de vastas áreas a nivel estratégico y comercial. Los vietnamitas se organizaron de forma que, además de controlar numerosas áreas de alto rendimiento agrícola, no sometidas a los encuentros de la guerra, tuvieran un constante aprovisionamiento alimenticio. La primera operación de guerra de cierta entidad fue la operación "Chenla", dirigida a la reconquista de una vasta área agrícola cultivada de arroz, uno de los alimentos fundamentales de la población indochina. El ataque se produjo durante la segunda mitad del mes de agosto de 1970 utilizando diez batallones de infantería apoyados por vehículos blindados y fuego de cobertura por parte de la artillería.

Las fuerzas camboyanas comenzaron su propio avance a lo largo de la carretera estatal número 6, anteriormente en manos del enemigo y, a precio de violentísimos encuentros, consiguieron abrir unos 23 kilómetros y liberar la zona agrícola de los alrededores de Kompong Thon. Después de un cierto número de éxitos iniciales, la 9° división del ejército nordvietnamita contraatacó obligando a las fuerzas camboyanas a ralentizar el movimiento ofensivo hacia el Este. Las unidades del ejército camboyano estaban satisfechas de poder golpear la extensa presencia vietnamita en suelo nacional; en numerosos casos, se llegó a violentísimos encuentros cuerpo a cuerpo, con frecuencia saldados en inmensos baños de sangre. Los encuentros prosiguieron durante las semanas siguientes perdiendo parte del empuje hacia el Este y transformándose en ataques y contraataques para el control de determinados distritos militares, siempre al coste de elevadísimas pérdidas para ambos contendientes. Durante las acciones, los batallones formados por Khmer Krom dieron un valiosísimo apoyo a las demás unidades, con frecuencia con mínima experiencia de combate, sacrificando en muchos casos su propia vida. No todos los objetivos planificados para la operación "Chenla" se consiguieron; sin embargo, la operación de las unidades camboyanas pudo ser considerada positivamente tratándose de la primera operación a gran escala y considerando la capacidad y la experiencia del adversario vietnamita, de más diez años de batallas.

Las armas utilizadas en el ejército nordvietnamita consistían en su mayor parte en fusiles AK 47, carabinas SKS y lanzamisiles RPG; con todo, se encontraron también algunas ametralladoras Madsen M/51 de fabricación danesa. Dicha arma, muy poco conocida, fue vendida en varias partes del mundo durante los primeros años sesenta; el ejército nordvietnamita se quedó con una cierta cantidad de ellas. De forma más bien espartana y dotada de una culata metálica, dicha arma se distingue por tener una apertura de cremallera en la primera parte del arma. El arma, no demasiado cómoda de utilizar, dispara municiones 9 mm. Parabellum. El calibre era de difícil localización para los nordvietnamitas durante el conflicto, ya que no se conseguía con facilidad de naciones extranjeras y ni siquiera podía adquirirse asaltando almacenes survietnamitas, ya que el mismo calibre se encontraba en uso sólo en las unidades de elite americanas. El arma se utilizó en algunos a corta distancia; en realidad, entre los vietnamitas estuvo destinada al uso en operaciones de guerrilla en ámbito urbano. En campo opuesto se encontró la presencia de una pistola ametralladora de muy buena calidad: la Uzi de calibre 9 mm. Desarrollada por la industria militar israelí durante los años cincuenta, fue adoptada por numerosos elementos de las fuerzas especiales americanas durante el segundo conflicto indochino y por numerosos consejeros militares empeñados en las operaciones de Camboya.

El arma resultó particularmente compacta y se la reconoce claramente por tener el cargador colocado en el interior de la empuñadura, lo que, entre otras cosas, facilita la sustitución y el recambio. El arma puede llevar un accesorio especial en forma de "L" que permite la conexión de dos cargadores para un uso más rápido. Dicha ametralladora ha demostrado notables dotes de robustez y manejabilidad; además, resulta especialmente precisa en el tiro -no sólo semiautomático, sino también en tiro automático, cosa poco común en las pistolas ametralladoras-, gracias a la longitud del cañón (26 cm.), casi completamente recogido en el interior del cuerpo del arma. Además de los normales cargadores de 25 cartuchos, se construyeron otros de 32 y 40 cartuchos, cargadores que demostraron no ser del todo fiables por problemas de encasquillamiento. Construida pensando en climas muy diversos, ha demostrado su fiabilidad en el sudeste asiático operando en condiciones decididamente desfavorables, entre la jungla, cañaverales y pantanos. Si comparamos las dos pistolas ametralladoras, pertenecientes más o menos a la misma generación, se ve claramente que la de fabricación israelí tiene características decididamente superiores; para demostrarlo, basta comprobar el aprecio generalizado que tiene en numerosas naciones, en muchas de las cuales aún está en uso.

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