Los sellos cilíndricos

Compartir


Datos principales


Rango

Mesopotamia

Desarrollo


Los conocidos sellos cilíndricos, invención típicamente mesopotámica, nos hablan de una mayor complejidad social, pues, decorados con figuras y motivos diversos, sirven para marcar la propiedad en las tapas de los recipientes y sellar tablillas de barro y cerraduras de puertas. Hechos generalmente en piedra, aunque también podían ser de cerámica, vidrio, madera, hueso, marfil, concha o metal, se trataba de piezas de forma cilíndrica en cuya cara exterior se grababa un motivo -escenas mitológicas o de la vida cotidiana, imágenes de dioses o acontecimientos, información relativa a sus propietarios-. Estos motivos, como es fácil suponer, han sido de mucha utilidad para el estudio de la vida de estas poblaciones, pues a veces han permitido conocer por primera vez aspectos tales como el uso de la bóveda, la introducción del búfalo en la India o el primer laúd. Los sellos, de 2,5 cm de altura media y 1,5 cm de diámetro, tenían a veces un hueco perforado en el centro, para poder ensartarlos en un pivote o en un alfiler. Los más antiguos conocidos son de Uruk y Susa, de la segunda mitad del IV milenio a.C.

Obras relacionadas


Contenidos relacionados