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Mesopotamia

Desarrollo


La caída de Mitanni a manos del Imperio hitita fue aprovechada por el rey asirio Assuruballit I para independizar Assur y acercarse a Egipto: nuevamente entraba en el juego de intereses del Oriente Medio una potencia en auge. Para contrarrestarla, el hitita Suppiluliuma decidió poner en el trono de la conquistada Mitanni -que ahora aparece denominada Khanigalbat- a un gobernante títere, como freno al empuje asirio. Sin embargo, la muerte de Suppiluliuma y una terrible epidemia que diezmó a los hititas provocó que los asirios emprendieran la conquista del reino mitannio. Salmanassar I (1263-1234 a.C.) logró incorporar Khanigalbat como provincia asiria, procediendo a deportar a gran parte de su población. Con Tukultininurta I Asiria logra su máximo esplendor, estableciendo tratados con los hititas -gracias a los cuales puede consolidar el Imperio en el norte y el oeste- y gobernando Babilonia. Además, la expansión militar vino acompañada por la conquista de grandes tesoros y botines, así como de la anexión de nuevos territorios que procuraban mayores recursos y tributos. Con estos medios se emprendió el embellecimiento de Assur y la construcción de una nueva capital, Kar Tukultininurta, que será abandonada por sus sucesores. Tukultininurta situó a los asirios en el apogeo regional, siendo representado en muchas ocasiones con sus enemigos postrados ante él.

Sin embargo, sus últimos años en el trono estuvieron marcados por los enfrentamientos con la nobleza, sin que se sepa muy bien la causa. Ésta pudo ser el descontento de la aristocracia ante los proyectos monumentales del monarca o, más probablemente, la oposición al apoyo del rey al culto babilónico al dios Marduk. Tras morir asesinado, Tukultininurta es sucedido por uno de sus hijos, lo que no impide que comience un periodo de casi un siglo de decadencia, ante el empuje de Babilonia y la presión de pueblos arameos. La caída del Imperio hitita y de la Babilonia cassita dio un respiro a los asirios quienes, bajo Tiglatpileser I, lograron cierta expansión, avanzando hacia Siria y el Mediterráneo. Sin embargo, su muerte fue aprovechada por los arameos, iniciando una decadencia que le llevó de nuevo a poseer tan sólo las regiones limítrofes a Assur.

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