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Datos principales


Desarrollo


En el solar que ocupa la Cáceres actual ya estuvieron asentadas diversas poblaciones durante el Paleolítico Superior. Los restos más antiguos de ocupación humana son una serie de pinturas rupestres y útiles hallados en la Cueva de Maltravieso. En tiempos de los romanos, hacia el año 25 a.C., se funda una colonia, denominada Norbensis Caesarina, nombre debido al procónsul Caius Norbanus Flaccus. Tras la caída del imperio romano, la etapa visigoda nos resulta una incógnita, debido a la escasez de fuentes. Sí sabemos que las luchas familiares y políticas entre Leovigildo y Hermenegildo afectaron a la colonia de Norba, que debió empezar un periodo de decadencia. La invasión musulmana hace que la población pase a llamarse Al-Cazires o Quazris, constituyéndose en un importante baluarte en la lucha contra los cristianos. Durante la Reconquista, Cáceres es objeto de fuertes disputas. En 1166 es temporalmente tomada por Geraldo Sempavor. En 1169 es conquistada por Fernando II de León y, un año más tarde, se fundan los Fratres de Cáceres, orden de caballeros cuya misión es defender la fortaleza. En el año 1173 pasa de nuevo a manos musulmanas, conquistada por Abú Ya'qub. Éste ordena reconstruir sus murallas sobre los restos de los antiguos muros romanos. El 23 de abril de 1229 Alfonso IX conquista definitivamente la ciudad para los cristianos, siendo incorporada al reino de León. A partir de este momento, leoneses y castellanos se disputarán la posesión de la villa, confrontación que terminará con la unión de ambos reinos.

La ciudad cristiana crece a medida que se va alejando la frontera de la guerra con los musulmanes: se edifican palacios y casas solariegas, principalmente en torno a la Plaza de Santa María y la Plaza de San Mateo, gracias a la llegada de gentes del norte peninsular. Durante la guerra civil castellana, las familias nobles se dividen entre los que apoyan a Juana y los que apoyan a Isabel. El triunfo de ésta tendrá como represalia que las torres de las casas y palacios de los seguidores de Juana sean desmochadas. El Cáceres medieval no puede entenderse sin tener en cuenta a su importante judería. Existe un barrio judío intramuros, ahora llamado "Judería Vieja". Y también un importante contingente mudéjar, cuya mejor muestra es la llamada Casa Mudéjar, del siglo XIV. El esplendor de Cáceres llegará durante los siglos XV y XVI, especialmente durante el reinado de los Reyes Católicos y Carlos V. El arribo de tesoros americanos -no debemos olvidar el hecho de que muchos conquistadores fueron extremeños- favorece el desarrollo de Cáceres. En consecuencia, surgen buena parte de los palacios y casas señoriales que podemos apreciar en la actualidad, todos ellos de marcado estilo renacentista, como el Palacio de los Toledo-Moctezuma, reformado con oro mejicano a finales del siglo XVI por los descendientes (Juan Cano Moctezuma), de la princesa azteca Isabel de Moctezuma y su esposo Juan Cano Saavedra. En 1780 Cáceres es favorecida por su designación como sede de la Real Audiencia en 1780.

Durante el siglo XIX vive una existencia tranquila, sólo perturbada por el paso de la expedición carlista del general Gómez, en 1836. Unos pocos años antes, en plena remodelación administrativa de España, había sido nombrada capital de la Alta Extremadura. Ciudad Patrimonio de la Humanidad y una de las que cuenta con mayor patrimonio histórico-artístico de Europa, en Cáceres podemos ver un nutrido conjunto monumental. Del siglo I es el Arco del Cristo, construcción romana. Los árabes dejaron la Torre de Bujaco, el Arco de la Estrella o la Torre Desmochada. La iglesia de Santiago fue construida entre los siglos XII y XIII, siendo reconstruida mucho más tarde. También del XIII es su espléndida Concatedral de Santa María, reconstruida en los siglos XV y XVI, así como el Palacio Episcopal, éste con modificaciones realizadas hasta el siglo XVII. Del siglo XIV son las iglesias de San Mateo, con reformas en los siglos XVI y XVIII, o la Casa de Los Mayoralgo. Mayor representación artística dejaron el siglo XV y su sucesor, el XVI: la Torre de las Cigüeñas, las casas del Sol, del Molino, de los Pereros, del Mono, de los Golfines de Abajo o de los Carvajal. No podemos dejar de citar a la Casa de los Ovando, renacentista, de los siglos XVI-XVII; o el Convento de Santa Clara, barroco, o la Iglesia de San Francisco Javier, del siglo XVII.

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