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Datos principales


Rango

Edad Moderna

Desarrollo


La Torgiela árabe, de la que al-Idrisi dijera "es grande y parece una fortaleza", aparece tras ser conquistada por los cristianos como una ciudad importante, especialmente a partir de la época bajomedieval. Ya desde el siglo XIII llegan a ella nuevos pobladores que, con el paso del tiempo, constituirán linajes que tendrán mucho que ver en la historia de la población y aun universal. Se trata de los Altamirano, Bejarano, Chaves, Orellana o Pizarro, que hacen de Trujillo una villa señorial en constante crecimiento. Tan es así, que en 1430 el rey Juan II le otorga el título de ciudad. La expansión castellana por el Nuevo Mundo tiene como protagonistas a varios personajes nacidos en Trujillo. El más conocido de todos es Francisco Pizarro, conquistador del reino de los Incas, al que acompañan otros nombres como Alonso de Monroy -conquistador de Chile-, Francisco de Orellana -explorador del Amazonas-, Hernando de Alarcón -que exploró las costas de California-, etc. También de Trujillo fue Diego García de Paredes, capitán que lucho en las guerras de Granada y contra los turcos, además de ser oficial de Alejandro VI. Desde la Baja Edad Media y a lo largo de la Edad Moderna Trujillo se irá embelleciendo con nuevas construcciones, que otorgan a la ciudad un aire señorial y de hidalguía.

Muchos de sus habitantes, que marchan a hacer fortuna a América, regresan más tarde para construirse su propia casa señorial, de las que Trujillo ofrece variado muestrario. Como ejemplos quedan el Palacio de los Marqueses de la Conquista, del siglo XVI, o el de Juan Pizarro de Orellana. Otras casas o palacios son el de los Duques de San Carlos, del siglo XVIII, el del Marquesado de Piedras Albas, la Casa del Peso Real o de los Cháves Cárdenas, el Palacio de Santa Marta o la Casa de las Cadena. Anterior a todos estos son los Alcázares de los Bejaranos, del siglo XIII, y de los Altamiranos, del mismo siglo, la Casa Fuerte de los Escobar, siglos XV y XVI, o el Alcázar de los Chaves, de finales del siglo XV. Para los que no buscan la fortuna en América, la actividad ganadera ofrece una buena fuente de ingresos, lo que hace de Trujillo centro de un importante tráfico económico. Esta actividad tiene su lugar principal de desarrollo en la Plaza Mayor, del siglo XVI, renacentista. Del patrimonio religioso hay que destacar la Iglesia de San Martín, del siglo XIV y ampliada en el XVI, por la que pasaron personajes como Carlos V, Felipe II o Felipe V; o la Iglesia de Santa María la Mayor, construida en el siglo XIII sobre una anterior mezquita árabe; o, por último, la Iglesia de Santiago, del siglo XIII y reformada en las centurias siguientes.

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