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Datos principales


Rango

Primeras taifas

Desarrollo


El siglo XI se inició mal para los andalusíes. Al-Andalus había alcanzado la cima del califato y, bien integrado alrededor de la centenaria dinastía de los Omeyas, parecía haber hallado un orden clásico, ¿por qué no duradero? En 1009 triunfó el primer golpe de Estado, y se agrietó de tal modo aquella dinastía, que veintiún años después los cordobeses decidieron abolir su califato, cuando ya de forma irreparable más de veinte territorios, los reinos de taifas, se habían declarado autónomos, en un largo y agotador proceso de guerra civil, a través del cual diversos personajes andalusíes, generalmente con poder local arraigado, tomaron el mando en algunos lugares para salvar el vacío del poder central y evitar el riesgo de ajenas intromisiones. Así ocurrió en Albarracín, Alpuente, Córdoba, Huelva, Mértola, Niebla, Santa María del Algarve, Sevilla, Silves, Toledo y Zaragoza, además de que otros líderes andalusíes desplazaron bastante pronto a régulos eslavos que habían iniciado las taifas de Valencia, Murcia, Almería y Badajoz, y de que las taifas de Zaragoza y de Sevilla ocuparan otras taifas de beréberes nuevos y de eslavos, como Arcos, Algeciras, Carmona, Denia, Morón, Ronda y Tortosa. Por su parte, los eslavos (esclavos de origen europeo) sólo mantuvieron a lo largo del siglo la taifa de las Baleares, y los beréberes nuevos, sólo la de Granada-Málaga.

Fue un ilusorio ensayo político de reproducir, en los veintitantos reinos de taifas, los esquemas del califato omeya, aunque sin atreverse a adoptar el título califal, y así más o menos largas dinastías practicaron a la vez su monarquía, desde sus veintitantas capitales, en muchas de las cuales se tuvo a gala el mecenazgo principesco, favorecedor de artes y ciencias, que hicieron brillar la época, como también sirvieron para propulsar la islamización y la arabización por todo al-Aldalus. Tuvieron gran riqueza y cultura, mas carecieron de organización militar. Los reinos de taifas sucumbieron unos a manos de otros, y definitivamente por ocupación cristiana (Toledo y Valencia) o por ocupación de los almorávides, que trajeron su Imperio desde el norte de África, desde 1090 en adelante.

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