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Datos principales


Rango

Periodo prerromano

Desarrollo


En la historiografía actual se va imponiendo este término, a pesar de su contenido esencialmente lingüístico, por ser más comprehensivo de la realidad a que queremos referirnos que los términos utilizados con anterioridad. Este área se corresponde fundamentalmente con los territorios y poblaciones antiguas de los valles del Duero y Tajo, toda la cornisa cantábrica, utilizando palabras de Estrabón, "de los galaicos hasta los vascones y los Pirineos" (aunque no se pueda afirmar con él que todos tienen el mismo modo de vida y organización), parte del valle medio del Ebro (La Rioja) y los valles de los afluentes del Ebro por la derecha (Jalón y Jiloca) en la parte sur de este valle medio. Es decir, la parte peninsular al norte de una línea imaginaria trazada desde la cuenca baja del Tajo a la cuenca alta del Ebro. Tampoco en este caso podemos hablar de uniformidad en cuanto a las formas organizativas de estos pueblos, pues han tenido un proceso de formación histórica distinto, en el que han influido su propia evolución interna y los estímulos exteriores, y han llegado a grados de desarrollo distinto en el momento de ser conquistados por los romanos, que es cuando, debido a la propia conquista, tenemos más noticias de ellos. Y es fundamentalmente a partir de los datos de las fuentes literarias, confirmados en algunos casos por los trabajos de la arqueología, cómo podemos distinguir a estos pueblos o conjuntos de pueblos y su ubicación geográfica, no olvidando en ningún momento lo afirmado anteriormente en el sentido de que las fuentes y datos que poseemos para el conocimiento de estos pueblos son fundamentalmente romanos y no indígenas.

Comenzando por los celtíberos debemos afirmar que en los escritores greco-latinos de época clásica hay grandes imprecisiones con respecto a la ubicación de estos pueblos y su territorio. Así, por ejemplo, Plutarco sitúa a Cástulo en la Celtiberia, Artemidoro hace lo propio con Hemeroscopeion y Diodoro hace de Indíbil, régulo ilergete, un celtíbero. A partir de los datos de Polibio, Livio, Estrabón, Plinio y Ptolomeo, completados recientemente por el extraordinario documento latino aparecido en Botorrita (Tabula Contrebiensis), se pueden trazar unos límites más o menos precisos. En primer lugar es necesario hacer una distinción entre celtíberos citeriores y ulteriores. Los celtíberos citeriores ocupaban los valles del Jalón y del Jiloca y parte de las márgenes derechas del Ebro, mientras que los celtíberos ulteriores ocupaban las altas cuencas del Duero y la llanura hasta el Tajo, es decir, la actual provincia de Soria en su totalidad, gran parte de la de Guadalajara, parte de la zona sur de la de Burgos y la parte oriental de la de Segovia. Entre los celtíberos citeriores las fuentes citan a lusones, titos y belos. Los lusones limitan en el valle medio del Ebro con la zona ibera y con los vascones, como se ha evidenciado a partir del bronce latino de Botorrita. Destacan entre sus centros Contrebia, en las proximidades de Daroca, y Bilbilis, la actual Calatayud.

Los titos y los belos limitan con los arévacos y apenas tenemos noticias de ellos por su temprana conquista. Segeda, en las cercanías de Belmonte, era el principal centro urbano de los belos, así como Arcobriga, Arcos de Jalón. Por el sur se extendían por toda la zona del este de Guadalajara. Todos estos pueblos recibieron las influencias ibéricas que, procedentes de Levante, remontaron el valle del Ebro, al estar situados en los pasos estratégicos del valle del Ebro a la Meseta. A los celtíberos ulteriores pertenecen los arévacos y los pelendones. Los primeros constituyen, al menos según las fuentes romanas de la conquista y posteriores, el principal grupo de población de los celtíberos. Entre sus ciudades destacan por su importancia Clunia-Peñalba de Castro, Burgos, Termantia-Montejo de la Sierra, Soria, Vxama Argalea-Burgo de Osma, Soria y Segontia-Sigüenza, Guadalajara. Al parecer en época prerromana los pelendones fueron arrinconados por los arévacos hacia las zonas montañosas del nordeste de la provincia de Soria (zona de los castros sorianos), si tenemos en cuenta los datos que nos aportan autores greco-latinos y la interpretación que de estos datos han hecho F.J. Lomas, M.C. González y J. Santos, entre otros. Del análisis de las fuentes puede deducirse que los pelendones fueron un pueblo sometido por otro pueblo indígena en expansión, los arévacos, posiblemente en el momento inmediatamente anterior a la conquista romana.

La política seguida por Roma devolvió a los antiguos habitantes, pelendones, el territorio del que habían sido desalojados. De ahí que Numancia aparezca en unos autores como arévaca y en otros como pelendona. Los carpetanos estaban situados al sur de los celtíberos en el valle del Tajo, ocupando un territorio bastante amplio desde la Sierra de Guadarrama hasta La Mancha y gran parte de la cuenca del Tajo hasta pasada Talavera de la Reina. Centros importantes son Toletum-Toledo, Complutum-Alcalá de Henares y Consabura-Consuegra. Podemos decir que los vacceos ocupan las mejores tierras cerealistas del valle medio del Duero en las provincias de Burgos (Roa de Duero-Rauda), Palencia (Pallantia), León (Terradillos-Viminatium), Zamora (Zamora o alrededores-Oceloduri), Valladolid (Portillo-Porta Augusta y Simancas-Septimanca) y Segovia (Coca-Cauca). Por su parte, los vettones ocupaban ambas vertientes de las Sierras de Gredos y Gata, destacando entre sus emplazamientos Salamanca (Salmantica), Ledesma (Bletisa), Ciudad Rodrigo (Mirobriga), Baños de Montemayor (Lama), Ventas de Cáparra (Capara), Avila (Obila ?) y Trujillo (Turgallium). Parece ser que también en este caso el pueblo más fuerte, los vacceos, arrinconó al más débil en las zonas montañosas y menos productivas y, por ello, también Helmantica-Salmantica aparece en unos autores antiguos como vaccea y en otros como vettona.

En el territorio que en época romana incluye la provincia de Lusitania deben distinguirse dos zonas claramente delimitadas, la zona sur, donde habitaban turdetanos (zona del Algarve -Tavira-Balsa, proximidades de Faro-Ossonoba- y zona del Alentejo -Alcacer do Sal-Salacia, Setúbal-Caetobriga y Beja-Pax Iulia-, y la zona entre el Tajo y el Duero, donde habitaban los lusitanos propiamente dichos con centros tan importantes como Coimbra-Aeminium, Coria-Caurium, Evora-Ebura y Cáceres-Norba Caesarina. Al este de los vacceos se encuentran los turmodigos, que limitan por el norte con los cántabros, mientras que por el oeste los Montes de Oca les separan de los autrigones, es decir, ocupan la parte centro-occidental de la provincia de Burgos, siendo su núcleo más importante Sasamón- Segsamone, y la parte colindante de la provincia de Palencia, donde destaca Herrera de Pisuerga-Pisoraca. Ocupando la mayor parte del territorio de la actual Comunidad Autónoma de la Rioja y algún espacio cercano (Rioja Alavesa y zona suroccidental de Navarra) se encontraban los berones. Es discutida la ubicación del límite entre berones y várdulos, que estaban al norte de ellos, situándolo unos autores en la Sierra de Cantabria y otros en el lecho del río Ebro, con lo que la Rioja Alavesa quedaría en un caso dentro y en otro fuera de su territorio. Las últimas investigaciones, sobre todo lingüísticas de M.L.

Albertos, y hallazgos arqueológicos recientes apuntan a la Sierra de Cantabria como límite. Por el oeste el límite con los autrigones es probable que fuera todo el curso del río Tirón, mientras que por el este el límite varía según nos refiramos a la etapa anterior o posterior a la expansión vascona por el valle medio del Ebro, aceptándose actualmente que antes de la conquista las ciudades del valle medio del Ebro (Cascantum-Cascante, Graccurris-Alfaro y Calagurris-Calahorra) eran beronas y, a partir de la expansión vascona, desde el final de las Guerras Celtibéricas, pertenecerían a los vascones. Por el sur limitan con arévacos y pelendones, perteneciendo los altos valles del Nájera y Alhama al territorio de estos pueblos. Sus principales núcleos son Varia-Varea, Tricio-Tritium Magallum y Libia, cerca de Herramelluri. Al norte de los berones y celtíberos citeriores (indoeuropeos), al oeste de los iacetanos y de los salluienses del valle del Ebro (iberos) y al este de los várdulos se encuentran los vascones históricos de los textos greco-latinos de la época de la conquista. Este pueblo tiene dos zonas claramente definidas en la historiografía greco-latina clásica, el saltus (zona montañosa sobre todo) y el ager (la zona más bien llana al sur de Pamplona, que se vio ampliada con toda probabilidad en los siglos II y I a.C. a costa de berones y celtíberos). Los grupos de población más importantes de este pueblo que aparecen en las fuentes romanas son los andelonenses, de la zona de Andión; los carenses, de la zona de Santa Cara; los iliberritani, posiblemente de la zona de Liédena o de Lumbiers; los pompaelonenses, de Pompaelo (Pamplona), fundación de Pompeyo sobre un antiguo poblado indígena; Ilurcis, probablemente poblada por vascones antes de las guerras de los romanos contra los celtíberos, como piensa R.

López Melero, y sobre cuyas ruinas T. Sempronio Graco fundó Gracchuris (Alfaro) con población vascona, si tenemos en cuenta que en la guerra de Sertorio contra Pompeyo, mientras Calagurris defiende a ultranza a Sertorio, Gracchuris está de parte de Pompeyo. También parece que en época clásica Segia, Egea de los Caballeros, pertenece a los vascones. Con un límite común en Treviño (Trifinium) y llegando su territorio hasta la costa encontramos, al norte de los berones y de este a oeste, a los várdulos, que, según las fuentes antiguas, ocuparían parte de la provincia de Guipúzcoa, entre los valles del Oyarzun y Urumea como punto de referencia más oriental y el del Deva como punto más occidental, y de la de Alava (la parte oriental de La Llanada, incluyendo Alegría de Alava) como centro más occidental y el Condado de Treviño como punto más meridional, y parte del territorio colindante de la provincia de Navarra. A continuación los caristos, que están situados a modo de cuña entre los várdulos y los autrigones, ocupando por la costa el territorio entre el Deva al este y el Nervión al oeste, constituyendo la vega del Bayas y los Montes de Vitoria en Treviño la parte más meridional de la divisoria. Entre sus centros principales destacan Suessatio, posiblemente Kutzemendi en Olarizu en época prerromana y Arcaya en época romana, y Veleia, poblado de Arkiz en época prerromana e Iruña en época romana. El territorio de los autrigones estaría incluido entre el Mar Cantábrico, con el Asón como punto de referencia, y la Sierra de la Demanda, y desde los ríos Nervión y Tirón a la región de Villarcayo, La Bureba y el Puerto de la Brújula; entre sus núcleos más importantes destacan Castro Urdiales (Flaviobriga), Osma de Valdegobía (Vxama Barca) con un importante núcleo de castros de la Edad del Hierro, Briviesca (Virovesca) y Cerezo del Río Tirón (Segisamunclum), ya lindando casi con los berones.

Y, siguiendo hacia el oeste por la cornisa cantábrica, nos encontrarnos con los cántabros, cuyos límites vienen dados en la costa por los ríos Ansón por el este (con los autrigones) y Sella por el oeste (con los astures). Por el sur lindan con los vacceos y turmódigos, ocupando, aparte de la Cantabria actual, la zona oriental de Asturias, la zona norte de Palencia y nordoriental de León al este del Esla (vadinienses) y la parte noroccidental de Burgos. En las fuentes aparecen divididos en varios grupos: vadinienses, cuya epigrafía ha merecido un excelente estudio de M.C. González, orgenomescos, salaenos, plentauros, coniscos, avariginos, etc., siendo sus principales núcleos Velilla de Guardo, Palencia-Tamarica, Vadinia (civitas Vadiniensis), en la zona occidental y aún sin localizar, quizá porque no tuviera centro urbano, y Vellica, no lejos de Monte Cildá. Al oeste de los cántabros y separados de éstos por el Sella y el Esla se asentaban los astures, nombre que posiblemente dieron los romanos a todo un conjunto de pueblos que vivían a uno y otro lado de la cordillera y que tiene que ver con el nombre del río, Astura (Esla), y con la capital en época romana, Asturica Augusta (Astorga). Entre los astures transmontanos (del otro lado de la cordillera) se encuentran los luggones en la zona centrooriental de Asturias y los pésicos en la parte occidental hasta el Navia. Entre los astures augustanos, que ocupaban casi toda la provincia de León, parte de la de Zamora al oeste del Esla y hasta el Duero y zona nordeste de Portugal hasta el Sabor, así como la parte nordoriental de la provincia de Orense, destacan los zoelas, situados en la parte más meridional, al sur de la Sierra de la Culebra, los brigaecinos, en la zona alrededor de Benavente, los lancienses, en la zona de Villasabariego y León, los amacos, en la zona de Astorga, y los gigurros en la zona de Petín, Puebla de Trives y Viana del Bollo.

Y ya en el noroeste los galaicos, posiblemente también nombre genérico dado por los romanos a un grupo de pueblos, numeroso, como abundantes son sus asentamientos, que vivían en lo que será la Gallaecia romana. En época romana se distingue entre lucenses y bracarenses. Los lucenses ocuparían el territorio al oeste y al norte de una línea que uniría el Navia con el Sil y la ría de Vigo y los bracarenses, al norte del Duero y al oeste de la continuación de la línea del Navia por la Sierra de El Caurel, la Sierra de San Mamed, hasta la cabecera del Sabor, cuyo curso hasta el Duero les separa de los astures. Entre los lucenses están los ártabros, en la zona al oeste de Betanzos, los supertamaricos, al norte del río Tambre, los albiones, en la zona occidental de Asturias al oeste del Navia, los cilenos, entre el río Ulla y el Lérez, y los lemavos de la zona de Monforte de Lemos. Entre los bracarenses se encuentran los coelernos de la zona de Castromao, los límicos, cuyo centro estaría en Ginzo de Limia, los quarquernos, en la zona de Bande, los tamaganos de la cabecera del Támega, los bíbalos, al sur de éstos, y los aquifiavienses, de la zona de Chaves.

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