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Datos principales


Rango

Prehistoria

Desarrollo


El Paleolítico o Edad de la Piedra antigua, es el periodo más largo de la historia humana, ya que ocupa el 99,7 % del desarrollo de nuestra especie. Cronológicamente corresponde al estudio de las culturas que hubo en el planeta desde la aparición del género Homo, hace unos 2,5 m.a., hasta el inicio del Holoceno en el 10.000 B.P., aproximadamente. Tradicionalmente este periodo se identifica con la larga etapa depredadora del hombre, aquella parte de su pasado en la que vivió de la explotación de los recursos naturales, sin llegar a producir alimentos mediante la domesticación de animales y plantas. En tan dilatado tiempo nuestra especie alcanzó sus rasgos físicos actuales, colonizó casi todo el planeta y desarrolló sus capacidades intelectuales, tal y como las conocemos hoy en día. El hombre paleolítico no sólo fabricó instrumentos más o menos sofisticados, sino que también dominó el fuego, inventó la navegación, construyó las primeras viviendas, practicó ritos religiosos, creó algunas de las obras maestras del arte universal y dominó el lenguaje hablado. En definitiva, todas las constantes de la humanidad aparecieron durante el Paleolítico mediante un lento proceso evolutivo, cuyas circunstancias sólo pueden ser descubiertas y explicadas tras sofisticadas investigaciones en las que es preciso ayudarse de todos los recursos de la ciencia contemporánea.

Si se tienen en cuenta todas las profundas transformaciones por las que han pasado las sociedades humanas en esta larga etapa, no es exagerado considerar que se trata, sin duda, de la fase más crucial de la Historia y que en ella hay que buscar las explicaciones últimas sobre lo que somos como especie. Desgraciadamente, debido a la característica parquedad de restos que se poseen para la reconstrucción de las sociedades del Paleolítico, el rasgo que puede ser mejor controlado acerca de ellas es sin duda la evolución tecnológica. No es de extrañar, por tanto, que los instrumentos recuperados en las excavaciones arqueológicas sean la base de las sistematizaciones que se han ensayado para esta etapa. En la actualidad este criterio arqueográfico se ha visto complementado con consideraciones cronológicas y antropológicas para elaborar el esquema tripartito más aceptado para su periodización en el Viejo Mundo: - Paleolítico Inferior: corresponde en general a las primeras culturas, que normalmente están comprendidas entre la aparición de los primeros instrumentos hasta el inicio de las diversificaciones regionales en su manufactura. Es la etapa más larga del Paleolítico, y de la evolución humana por tanto, ya que dura en Africa desde finales del Plioceno hasta el Pleistoceno Medio avanzado. A nivel antropológico se caracteriza, a gran escala, por la convivencia de diferentes tipos de homínidos y termina con la aparición de los primeros Homo sapiens, generalmente de tipo arcaico.

- Paleolítico Medio: es la fase en la que se desarrollan las primeras tradiciones culturales sincrónicas, normalmente detectadas sobre la base de diferentes complejos industriales compuestos por los primeros instrumentos estandarizados y por técnicas especiales de manufactura que implican estrategias mentales bien definidas. En Europa occidental se considera actualmente que ocupa desde finales del Pleistoceno Medio hasta la mitad de la última glaciación (250.000-35.000 B.P.). Durante el Paleolítico Medio coexisten diferentes tipos de Homo sapiens, pero a nivel europeo sólo parece existir el tipo Neandertal. En esta etapa se manifiestan las primeras inquietudes religiosas bajo la forma de prácticas funerarias. - Paleolítico Superior: se corresponde con el desarrollo de las últimas sociedades del Pleistoceno (aproximadamente 35.000-10.000 BP), todas ellas compuestas ya por hombres anatómicamente modernos. Aunque la variabilidad cultural de estos grupos es enorme, todos suelen compartir un buen número de rasgos comunes: creencias religiosas elaboradas, manifestaciones artísticas de todo tipo, adornos personales, instrumentos líticos y óseos altamente especializados, proliferación de herramientas compuestas y nuevas técnicas de manufactura cada vez más efectivas, así como una tendencia acelerada a especializarse en la explotación intensiva de los recursos de todo tipo de entornos geográficos. No hay que olvidar que es durante esta fase cuando el hombre coloniza América y Oceanía.

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