El segundo futurismo

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Datos principales


Rango

XX4

Desarrollo


La guerra, ese escenario de operaciones que habían ansiado hasta la euforia, extendió su mano destructora también sobre el primer grupo futurista. Entre los muchos soldados que sucumbieron también hubo artistas adscritos a los ideales de Marinetti. Boccioni fue uno de ellos. Otros cambiaron de opción, como es el caso de Carrà, quien en 1916 se dejó atraer por De Chirico y empezó a cultivar la pittura metafisica, que se adueñaba de otras formas de nacionalismo. Severini se decantará hacia lo que llevaba dentro, es decir, el arte decorativo, y así sucesivamente.En la inmediata posguerra Marinetti reorganizará el movimiento creando diversas Ligas Políticas Futuristas por toda Italia, con cuya actividad se favoreció la toma del poder por parte de Mussolini (1922). La agitación política, que había sido tan importante desde un principio, prosiguió entonando un nacionalismo encarnizado, con el que Marinetti trataba de convertir el estilo futurista en distintivo del fascismo. Ahí está, entre otras obras de la dictadura, el Políptico fascista de Gherardo Dottori (1885-?) y el cuadro de Enrico Prampolini (1894-1956) Síntesis de Mussolini (1926). Finalmente no lo logró sino tangencialmente, pues bajo la tiranía de Mussolini no se aceptó, como es obvio, la vanguardia como estilo oficial.También es verdad que el tolerado futurismo de los años 20 y 30 difiere del posicionamiento original, por mezcla con otras corrientes y otros experimentos.

En ese momento el trabajo de los diversos autores denota una fusión entre tendencias, que en buena medida permite hablar de un estilo vanguardista, no específico, más que de futurismo strictu sensu. La tendencia hacia la abstracción se agudizó también en la década de los veinte. Algo que debemos tomar en consideración es que a partir de 1917 cobrarán cada vez mayor importancia los planteamientos sinestéticos, las emociones lúdicas plurisensoriales (auditivas-olfativas-táctiles), los ensamblajes y complejos plásticos móviles y la combinación entre las artes. Son célebres las planchas táctiles de Marinetti, sus aeropoemas y sus poemas táctiles-térmicos-olfativos, como los de Parole in liberto, que llegaron a editarse lujosamente en 1932, cuando ya era académico de la lengua. La literatura experimental de Marinetti tuvo desde la preguerra muchos admiradores, y sus recursos fueron aprovechados por otros movimientos de vanguardia, como Dada.En líneas generales el discurso futurista se hizo progresivamente expansivo y entró en todo tipo de manifestaciones, empeñado en que el modernismo se identificara con él. Especial importancia en el proceso futurista de la posguerra tiene el nombre de Fortunato Depero (1892-1960). Su pintura debe mucho al cubismo sintético, pero mantuvo la vertiente cinética del futurismo primigenio. Es autor de esculturas móviles y de complejos plásticos moto-ruidistas. El motorruidismo era ese invento fatídico de conciertos de estrépitos y ruidos que se debe sobre todo a Russolo, autor que permaneció inactivo en la primera posguerra. La vanguardia italiana evolucionó desde el arte mimético del primer futurismo, fundado en el impresionismo, hacia un arte abstracto creador de formas dinámicas, constructivistas o decorativas, que fue susceptible de ser reideologizado.

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