Compartir


Datos principales


Rango

Arnhem/Ardenas

Desarrollo


La relativa lentitud alemana llevó de nuevo a Manteuffel y a Model a proponer (24 de diciembre) un plan que no era otro que la pequeña solución adaptada a la situación presente: consolidar un flanco en Dinant, atacar hacia el norte, a Aquisgrán, y luego ataque sobre Maastricht, teóricamente hacia Amberes. Pero para ello había que abandonar la proyectada ofensiva en Alsacia. Hitler no aceptó esto último, pero sí el resto del plan. Aunque exigió que antes se capturase Bastogne. Así pues, el 25 de diciembre, nuevo ataque, pero Bastogne resistió. El 26, cuando los alemanes lanzaron otro asalto, se encontraron ya entre sí a las tropas de Patton, que pusieron fin al asedio. En la cuña de Dinant los alemanes habían ocupado Rochefort (25 de diciembre), pero no la propia Dinant. Tras una batalla de dos días los norteamericanos forzaron a los alemanes a volver a Rochefort (día 27), sin combustible y con grandes pérdidas. Por otro lado, una mejoría del tiempo permitió a la aviación aliada atacar sin descanso a las columnas alemanas, destruir sus líneas de aprovisionamiento y apoyar los ataques y contraataques norteamericanos y británicos. El 28 de diciembre, mientras unos y otros discuten sobre dónde y cómo contraatacar, Rundstedt propone a Hitler la suspensión de la ofensiva y la retirada, incapaces los alemanes de realizar incluso la pequeña solución. Hitler seguía pensando en nuevos ataques hacia el Mosa, tras el ataque en Alsacia.

Acabó admitiendo un alto, pero no a la retirada que perentoriamente le pedían sus generales. Entre el 31 de diciembre y el 1 de enero de 1945 Hitler ordenaba por fin su ataque hacia el sur, desde el Sarre meridional, con 8 divisiones, hacia Alsacia, convencido de que la batalla de Las Ardenas había absorbido el 50 por 100 de la reservas enemigas, Esta vez no hubo sorpresa y los norteamericanos detuvieron al enemigo en los Vosgos. Otro ataque desde la bolsa de Colmar tampoco tuvo éxito apreciable: aquí intervino personalmente Himmler al mando de una unidad (la Agrupación Ober-Rhein) que tuvo una actuación mediocre. Con todo, Eisenhower había pensado, al comienzo de la ofensiva alemana, en la posibilidad de retirarse, debido a la escasez de reservas, pero no había notificado nada de esto a De Gaulle, y había insistido en la idea mientras se desarrollaba la ofensiva -entonces la penetración enemiga era de 15 km.-; pero esto habría implicado abandonar Estrasburgo, ciudad de gran significación política y nacional para Francia y para De Gaulle y habría provocado una verdadera crisis. Paralelamente, sin haber sido informado de las disposiciones del general americano, De Gaulle había ordenado a De Lattre que Estrasburgo debía ser defendida a ultranza. Cuando las conoció se produjeron violentas escenas con Eisenhower, y De Gaulle se opuso rotundamente a la retirada. De Gaulle se sentía engañado, los norteamericanos lo acusaban de arrogarse decisiones sin consultar con los demás aliados.

Churchill voló a Francia para calmar los ánimos. Finalmente, Estrasburgo no fue evacuada, estadounidenses y franceses resistieron. La idea de Eisenhower de una retirada resultó fuera de lugar y De Gaulle demostró tener razón una vez más. Y el ataque alemán fue tan pobre en resultados que constituyó, en la práctica, un fracaso: Hitler podía haber empleado en otro lugar las divisiones malgastadas en Alsacia, como él mismo acabó reconociendo. A partir del 1 de enero Bastogne, donde estaba Patton, hubo de sufrir nuevos ataques, que paulatinamente fueron perdiendo empuje, cuando (día 5) los alemanes hubieron de emplear a las tropas de este sector en otro lugar. Montgomery, en efecto, había iniciado un ataque el día 3: los estadounidenses desde el norte y los británicos desde el oeste. Los Aliados estaban dispuestos a poner fin a la costosa batalla de las Ardenas. Pese al tiempo pésimo, lo que limitó la protección aérea, los norteamericanos pudieron avanzar unos kilómetros hacia Houffalize y situar bajo su fuego la carretera Bastogne-Houffalize-Lieja. Model temió verse atrapado y pidió autorización a Hitler para retirarse. Hitler se la concedió (día 8), dando por concluido el tema Ardenas. Mientras, Churchill había pedido urgentemente a Stalin (día 6) que las fuerzas soviéticas desencadenasen la prometida ofensiva en el Este, lo que podrán hacer sólo entre el 12 y el 14 de enero desde el Báltico a los Cárpatos, cuando la batalla de las Ardenas ya había concluido.

Obras relacionadas


Contenidos relacionados