Andrea Pisano y las puertas del baptisterio de Florencia

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Rango

Escultura

Desarrollo


Indudablemente, Andrea Pisano ocupa un lugar de honor dentro del Trecento italiano. Sin embargo, es la ejecución de las primeras puertas del Baptisterio de Florencia, obra ya de madurez, la primera que tenemos documentada como suya. Más adelante, las referencias van apareciendo (maestro mayor de las catedrales de Florencia y Orvieto), pero con anterioridad nada sabemos de él.A pesar de su origen pisano, su lenguaje artístico tiene en ciertos aspectos poco en común con el de Nicola o el de Giovanni. Si bien los tipos físicos de pómulos muy marcados, largas barbas y ojos hundidos bajo pobladas cejas, responden a los de este último, en lo concerniente al acabado, el que Andrea da a su obra contrasta radicalmente con el recurso al "non finito" de Giovanni. Su producción, por ello, pone de relieve contactos con lo francés, que no son intrínsecos en cambio en la de los anteriores, salvo en casos muy puntuales.Las puertas del Baptisterio florentino no son sólo su primera realización documentada, sino su obra maestra. De gran elegancia formal, los relieves consagrados a San Juan Bautista, suponen un hito en el Trecento toscano, pues constituyen el escaparate donde se expone depurada la serie de experiencias que son comunes a pintores y a escultores en los años precedentes. Destacan en particular las preocupaciones espaciales que en determinadas escenas se resuelven magistralmente, merced al contrapunto de unos paisajes y unas arquitecturas reducidas a lo esencial, y también el interés por el volumen de las figuras, para lo cual, como en Giotto, son fundamentales las túnicas con las que se envuelven los personajes. Sobresalen en este sentido dos relieves, ambos de gran fuerza plástica: la conducción del cadáver del Precursor y su colocación en el sepulcro.

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