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Datos principales


Rango

fin siglo XVII

Desarrollo


La potencialidad de Suecia se mantendría con Carlos XI (1660-1697), cuyo reinado se prolongaría hasta finales de la centuria, cerrándose así el ciclo de esplendor de esta Monarquía nórdica abierto en sus inicios. Cuando heredó el trono el nuevo soberano, hijo del anterior, tan sólo tenía cinco años de edad, originándose por tanto la inevitable y siempre perturbadora etapa de regencia, que en esta ocasión tuvo como elementos destacados a la reina madre y al canciller Magnus La Gardie; período que nuevamente iba a ser aprovechado por la alta aristocracia para seguir ostentando su destacada posición como grupo dominante y para aumentar todavía más sus posesiones territoriales, ya que las necesidades financieras exigidas por las campañas bélicas que estaban desarrollándose obligaban a continuar con las enajenaciones de las tierras realengas, práctica que venía produciéndose desde reinados anteriores y que tanto malestar había venido sembrando en los grupos no privilegiados de la sociedad, ante la abusiva concentración de bienes inmuebles en manos de la nobleza, que por otra parte supo aprovecharse de las dificultades económicas de los campesinos humildes adquiriendo las tierras que éstos se veían obligados a poner en venta. En teoría se habían decidido ya algunas reducciones, es decir, la devolución por parte de la nobleza de las tierras enajenadas en su favor, pero esta medida tardaría aún unos años en poderse poner en práctica, debiéndose esperar a la última fase del reinado de Carlos XI, cuando éste pudo afirmar su absolutismo y, tras contar con el apoyo de los demás estamentos representados en la Dieta, someter a la alta aristocracia. En 1672 el rey había tomado el poder poniendo fin a la regencia, pero tuvo que esperar un decenio para conseguir afianzar su poder soberano. Así pues, en las dos últimas décadas del siglo XVII se produjo el triunfo más evidente del absolutismo monárquico en Suecia, sancionado por la Dieta, en la que la nobleza había perdido su dominio y que acordó la supresión del Consejo de regencia y concedió la libertad de legislar a la Corona sin control alguno. No obstante, en el siguiente reinado todo cambiaría.

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