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Datos principales


Desarrollo


Cartago fue una de las numerosas factorías fenicias, surgida en la costa norteafricana (no lejos de la actual Túnez) en los inicios del I milenio a.C. No fue la más antigua ni, durante mucho tiempo, la más importante. Su importancia como potencia no sólo comercial, sino también política, se remonta al siglo VI a.C. A partir de entonces, Cartago se convirtió en un Estado territorial no muy extenso en torno a su ciudad, pero con numerosos enclaves en Ibiza, en la costa suroriental de la Península Ibérica, en las islas en torno a Malta, en Cerdeña y en las costas suroccidentales de Sicilia. Disponían también de vastas extensiones de tierra cultivada por las poblaciones indígenas dependientes. Sus conocimientos de agricultura fueron provechosos incluso para los romanos (así lo demuestra un tratado cartaginés de agricultura, escrito por Magón y que los romanos tradujeron al latín), pero su vocación fue eminentemente marinera y comercial. Mantenían contactos no sólo con comunidades de la cuenca occidental del Mediterráneo, sino también con otras del Atlántico, hasta Madeira y las islas Canarias, la costa occidental de Africa (según relata un cartaginés en un itinerario traducido al griego, llamado el periplo de Hannón). Y navegaban igualmente por el occidente de la Península Ibérica hasta la costa occidental de Bretaña, Inglaterra e Irlanda (viaje que también está atestiguado por la traducción griega del itinerario de Himilcón).

No obstante, excepto estas obras, no poseemos ningún otro testimonio de la vida, de la filosofía o de los conocimientos cartagineses escrito por ellos mismos. La ciudad, incluso, tampoco ofrece al estudioso muchas claves que permitan reconstruir no ya su esplendor sino, al menos, sus condiciones de vida. Tan sistemática y concienzudamente fue arrasada por Roma. Lo que de ellos conocemos nos es transmitido por las fuentes griegas y romanas. Pero estos relatos no pueden sino esconder una parcialidad negativa para Cartago ya que, como es sabido, los griegos occidentales fueron rivales y enemigos de los cartagineses ya antes del 540 a.C., cuando tuvo lugar la victoria etrusco-cartaginesa de Alalia frente a los griegos, ya conocida y probada por la lucha a vida o muerte que ambas potencias mantuvieron y que se saldó con la muerte definitiva de Cartago.

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