El panteón babilonio comprende multitud de dioses, algunos de tradición propia, otros incorporados por contacto o herencia de otros pueblos, los de sumerios y acadios. Los teólogos se vieron obligados a manejar un amplísimo conjunto de dioses, que, según un recuento del siglo IX a.C., pudo llegar a los 65.000.
Isthar en Ishchali se encontraba asentado sobre una plataforma, de considerables dimensiones (101 por 67 m) y seguía en su disposición las plantas del anterior período neosumerio
La arquitectura neosumeria
La arquitectura monumental llegó en Sumer y Akkad a su máxima expresión durante el Renacimiento sumerio, con dos realizaciones fundamentales: la ziqqurratu, o torre escalonada, que alcanzaría por fin su más acabado modelo, y el templo de cella ancha, probablemente de influencia acadia, y que subsistiría hasta finales del I milenio.