Parlamento de Cataluña

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Datos principales


Fecha

1716-48

Autor

Jorge Próspero de Verboom

Lugar

Barcelona

Localización

Barcelona

Localización


Desarrollo


Para someter a la ciudad de Barcelona, tras su incondicional apoyo al archiduque Carlos durante la Guerra de Sucesión, Felipe V construyó una ciudadela que dominaba el puerto. El ingeniero militar flamenco Próspero de Verboom será el responsable de las obras, que tuvieron lugar entre 1716 y 1748. La fortaleza tenía planta pentagonal y fue derribada en 1869 para crear el parque de la Ciudadella, quedando en pie algunos de sus edificios como el palacio del gobernador -hoy Instituto Verdaguer-, la capilla -actualmente parroquia militar- y el arsenal, sede del Parlamento de Cataluña. El edificio del Parlamento conserva esencialmente el aspecto original. Se trata de un inmueble con dos plantas y buhardilla, distribuyendo sus dos robustas naves en cruz para configurar cuatro patios a su alrededor. El espacio central de la cruz se cubre con una cúpula. Al exterior, el palacio adelanta el cuerpo central y los extremos gracias a unas arquerías que se disponen en pórtico en la planta baja. Pere Falques, arquitecto municipal de la ciudad, será el encargado de las obras de adaptación, abriendo tres balcones a la altura del primer piso, levantando el cuerpo central y decorando la fachada con esgrafiados y un escudo de piedra procedente de una de las puertas del recinto. El primer destino de este edificio fue el de palacio real pero la reina regente, María Cristina de Habsburgo, cedió su uso al Ayuntamiento para convertirse en museo municipal de arte, lo que provocó su ampliación con dos alas laterales (1915).

El 14 de octubre de 1932 el Ayuntamiento de Barcelona cedía el edificio a la Generalidad para convertirlo en sede del Parlamento de Cataluña. En diciembre se celebraba la ceremonia de inauguración. La entrada de las tropas del general Franco en Barcelona en enero de 1939 convirtieron el palacio primero en cuartel y posteriormente en Museo de Arte Moderno. El Salón de Sesiones estuvo clausurado durante 37 años, impidiéndose en él la entrada hasta la llegada de la democracia y las primeras elecciones al Parlamento catalán en 1980. Paulatinamente se ha ido ampliando el primitivo espacio parlamentario a medida de que las dependencias del Museo van siendo readaptadas a su nuevo uso.

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