Catedral de Tortosa

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Datos principales


Fecha

Siglo XIV

Autor

Andrés Juliá

Lugar

Tortosa

Localización

Tortosa

Localización


Desarrollo


El obispo Arnau de Llordat será el promotor de la construcción de la catedral de Santa María de Tortosa. La primera piedra se coloco el 21 de mayo de 1341, siendo el templo consagrado en 1597 por el obispo Gaspar de Punter. Antoni Guarch, Benet Basques de Montblanc y Bernat Dalguaire serán los encargados de realizar la obra, interviniendo posteriormente Andrés Juliá, quien después se trasladó a Valencia para edificar el Miguelete de la catedral. Pascual de Xulbe y su hijo Joan también participan en los trabajos de la nueva seo. El templo gótico sustituye otro anterior -tal y como se puede leer en la lápida insertada en la puerta del Palau- que se había iniciado en el año 1158, siendo finalizado veinte años más tarde. De este edificio románico no ha llegado nada hasta nuestros días. La nueva catedral presenta planta basilical con tres naves, capillas entre los contrafuertes -siguiendo el estilo de la escuela gótica catalana, que se puede apreciar en Santa María del Mar o la catedral de Barcelona-, sin crucero y doble deambulatorio, con tramos triangulares muy estrechos alternos con capillas cuadradas integradas en la nave externa de la girola. Las naves se cubren con bóvedas de crucería, excepto en uno de los tramos en el que se emplea bóveda de cañón. El amplio espacio interior se ilumina gracias a tres niveles de ventanas. La construcción de la catedral se prolongará en el tiempo y no será hasta el siglo XVIII cuando se construya la fachada principal, diseñada en estilo barroco por el maestro Martín de Abaria.

También de estilo barroco es la Capilla de la Cinta o Capilla Real, construcción de una sola nave cubierta con bóveda de cañón y cúpula en el crucero, levantada entre los años 1672 y 1725. En el siglo XVIII, entre 1710-18, se abre la puerta de l'Olivera como un nuevo acceso monumental a la seo. La portada está presidida por la Virgen de la Cinta. En el interior de la catedral se conservan interesantes joyas artísticas como el retablo de la Transfiguración -realizado por la escuela de Jaume Huguet-, el retablo de Santa María -también llamado de la Estrella, ejecutado en el siglo XIV con madera policromada-, el retablo de San José -en el que predomina el elemento pictórico-, el retablo del Rosario - realizado en época barroca- o el monumental sepulcro de Joan de Girona, situado en la capilla de la Virgen del Rosario. El claustro catedralicio fue levantado para los canónigos de san Agustín en el siglo XIII y presenta una forma irregular ya que tiene planta trapezoidal. Presenta galerías constituidas por columnas de sección cuadrilobulada, capiteles lisos -excepto los situados en la puerta de acceso que son historiados- y bóvedas de ojivas. En estas galerías se conserva un buen número de lápidas y aquí se abren las puertas del refectorio, de la antigua sala capitular y de acceso al templo actual por una de las naves laterales.

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