Mula

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Datos principales


Tipo

Pueblo o ciudad

Antecesor

Murcia (comunidad)

Localización


Desarrollo


En el centro de la Región de Murcia se asienta Mula, capital de una amplia comarca bañada por el río del mismo nombre. Tierra de paso y asentamiento para un buen número de culturas, las primeras referencias se remontan al Paleolítico, si bien son las pinturas rupestres del Abrigo del Milano los restos más interesantes. También se han encontrado importantes yacimientos de la época argárica (1700-1100 a.C.) en la zona. La cultura ibérica tiene en el conjunto de El Cigarralejo uno de sus mejores exponentes, gracias a sus interesantes muestras de cerámica y armamento. Las mejores piezas se pueden contemplar en el Museo Monográfico de El Cigarralejo de Mula. De la dominación romana también han quedado magníficos ejemplos, destacando las villas, siendo la de Villaricos la más interesante. La zona quedó despoblada y hasta el siglo XI apenas se conservan noticias. La llegada de los musulmanes supuso la fundación de la ciudad, asentando la medina sobre un cerro, cerro que después albergará el castillo. Durante el siglo XIII, el rey de Murcia entregó la villa a Fernando III, pero sus pobladores se negaron a ser dominio cristiano. Por esta razón, el futuro Alfonso X sitió la plaza en 1244 y la rindió por hambre, dejando 80 caballeros para su guarda. Un año más tarde se concede a la villa el Fuero de Córdoba, convirtiéndose en lugar de realengo. Será el rey Juan II quien entregue Mula a don Alonso Yáñez Fajardo en el año 1430, pasando a pertenecer al poderoso marquesado de los Vélez.

La expulsión de los moriscos trajo a la ciudad más de un centenar de familias cristianas. Mula crece y rebasa las murallas. Pero el desarrollo de la población sufre un duro varapalo con la peste de 1648. La mitad del vecindario muere, tardando la población en recuperarse más de 50 años. Durante estos siglos de la Edad Moderna, se sucederán continuos enfrentamientos entre los marqueses y la oligarquía urbana. Para controlar las posibles revueltas internas, los marqueses no dudaron en construir el espectacular castillo. La crisis afectó a Mula durante todo el siglo XIX. Las tropas francesas saquearon la villa en 1812 y la Desamortización no dio los frutos previstos. En la próxima centuria se producirán importantes mejoras gracias a la construcción de un embalse -promovido por el diputado Juan de la Cierva- y del ferrocarril Caravaca-Mula-Murcia, que se mantuvo activo hasta mediados de la década de 1960. Es en estas fechas cuando se produce un importante aumento demográfico y urbanístico gracias a la horticultura, aumento que no afecta al casco histórico, que recibe la declaración de Conjunto Histórico Artístico Nacional, sobresaliendo el mencionado castillo, el convento de la Encarnación, la ermita del Niño de Mula o la parroquia de Santo Domingo de Guzmán.

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