Moche

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Datos principales


Tipo

Pueblo o ciudad

Antecesor

Perú

Localización


Desarrollo


El yacimiento arqueológico de Moche se encuentra en una colina desnuda de arenisca, en la costa norte de Perú, cerca de la ciudad de Trujillo. Desde la cima de su gigantesca pirámide principal, la vista se pierde a través del desierto, el mar y el valle cultivado. Los primeros trabajos arqueológicos los llevó a cabo el alemán Max Uhle en 1899, quien descubrió las pinturas en la pirámide de la Luna. La época de esplendor de Moche se produjo desde el 100 a.C. (tras la caída de Chavín de Huantar) hasta el año 700 y, en el momento de máximo apogeo, llegó a dominar los valles de Virú, Jequetepeque, Chao, Santa y Nepeña. Fue abandonado hacia finales del Clásico intermedio (700 d.C.). Galindo, en la parte superior del valle, pasó a ser el centro local más importante. Durante el periodo conocido como Desarrollos Regionales nació y se expandió el poderoso y guerrero pueblo de los mochica. Los registros arqueológicos han demostrado que las culturas norteñas de Cupisnique, Salinar y Virú contribuyeron al nacimiento de esta cultura en sus primeras épocas. Por ello, se puede afirmar que la cultura moche, después de este largo proceso, aparece como una síntesis regional autónoma, con mayores aportes tecnológicos e ideológicos que cualquier otra cultura norcosteña andina. La cultura moche ha sido dividida en cinco fases basadas en el estudio de la cerámica, si bien este método cronológico es bastante discutido en la actualidad.

Las tres primeras corresponden al Moche temprano y nos presentan a una cultura compuesta por una serie de grupos independientes en cada valle. A partir de la fase III se produce la unidad política, comenzando el proceso de conquista del territorio circundante. La cuarta fase es la de máxima plenitud y expansión, también desde el punto de vista cultural. Hacia el año 700 d.C. parece ser que hubo un abandono efectivo del asentamiento. Hay pruebas que demuestran que el sistema de canales y los cultivos de los alrededores fueron cubiertos por una capa de arena que destrozó la agricultura, obligando al abandono del lugar y al traslado de la capital al valle de Lambayeque, donde aceleró su caída. Quizás también pudieron darse factores de tipo militarista, en concreto, el avance de Huari o de tipo climatológico, con la llegada del fenómeno "El Niño". La sociedad moche estaba organizada de manera jerárquica, situándose en la cúspide una élite de sacerdotes-guerreros que concentraba todo el poder político, administrativo, militar y religioso. La arqueología ha sacado a la luz verdaderas maravillas en Moche. Sabemos que fueron constructores de pirámides y edificios de barro, realizados generalmente con adobe pequeños. Tenemos una clara evidencia en la Huaca o pirámide del Sol, enorme estructura de 280 m. de largo y 40 m. de altura, que debió ser construida a lo largo de cientos de años y que debió llegar a tener una extraordinaria altura. Enfrente tenía una gran plaza o explanada y la Huaca de la Luna, de menores dimensiones, situada sobre el cerro Blanco.

Han aparecido evidencias en ambas de la existencia de tumbas o cámaras subterráneas bajo ellas, principalmente, tras el descubrimiento en la huaca de la Luna de cuatro enterramientos. Las casas donde habitaba la gente humilde eran de pequeño tamaño, con un vano de entrada, sin ventanas y pintadas con vivos colores. La cerámica, aparte de servir para el establecimiento cronológico, destaca también por su belleza, ya sea en las piezas escultóricas como en las pictóricas. Las cerámicas más bellas tuvieron también un uso ceremonial. Mención aparte se merece la tumba del Señor de Sipán. En 1987 el arqueólogo Walter Alva descubrió la tumba, de aproximadamente 1700 años de antigüedad, de un joven dignatario moche acompañado por ocho personas y un increíble ajuar.

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