Cabra

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Datos principales


Tipo

Pueblo o ciudad

Antecesor

Córdoba (provincia)

Localización


Desarrollo


Localidad cordobesa, asentada al pie de las Sierras Subbéticas y vigilada de cerca por la cima del Picacho, sobre la que se asienta la ermita de la Virgen de la Sierra, Cabra es probablemente una de las poblaciones más antiguos de Córdoba. Las investigaciones arqueológicas han logrado determinar una ocupación humana continuada del lugar que se remonta hasta el Paleolítico. Tartésicos e iberos precedieron a los romanos, que llegaron al lugar en el siglo III a.C. y pasaron a denominarlo Igabrum. Bajo dominio romano, la población se desarrolló notablemente, debido a la riqueza natural de su entorno. Sus campos, fecundos, proveían a sus habitantes de cereales y aceite en abundancia, mientras que las canteras cercanas eran explotadas de forma sistemática y racional. Con la caída del Imperio, Cabra se convierte en un importante centro del reino visigodo. Ahora llamada Egabro, se convierte en sede episcopal, una de las más importantes del sur peninsular. Dos de sus obispos, Recafredo y Reculfo, aparecen mencionados a mediados del siglo IX, ya en los primeros tiempos de la dominación musulmana. La relevancia de Cabra continúa precisamente en época musulmana. Qabra, así llamada por los árabes, se convierte en capital de una cora de gran tamaño, que domina una extensa región a su alrededor y a buena parte de los pueblos que la rodean. La rebelión del muladí Umar Ibn Hafsun implica de lleno a Cabra, que toma partido en favor del sublevado.

Con la llegada de los reinos de taifas Qabra pasa a pertenecer al reino zirí de Granada. Muy cerca, en este periodo, tiene lugar una legendaria batalla entre cristianos y musulmanes. Alfonso VI y el Cid Campeador, por parte castellana, combatieron contra las tropas ziríes granadinas y las del sevillano al-Mutamid. Una nueva referencia sobre Qabra la encontramos hacia 1126. Por estas fechas recaló allí el rey de Aragón y Navarra Alfonso I, llamado el Batallador, en el curso de una expedición militar contra Granada y Córdoba sucedida entre 1225 y 1126. La conquista de Cabra para los cristianos se produce muy poco después, estando a cargo del rey castellano Fernando III, el Santo. Poco a poco comienza a perder su carácter musulmán para convertirse en una típica villa medieval cristiana, con iglesias que salpican el entramado urbano. No obstante, el castillo continúa siendo la principal referencia para sus pobladores, debido a la cercanía de la frontera. Por estas fechas, Cabra conserva una importante aljama judía. El periodo medieval finaliza en Cabra con su paso, en 1439, a manos del señorío de Cabra, cuyo primer titular es Diego Fernández de Córdoba. En las centurias siguientes, la población alcanza un notable desarrollo, tanto económico como demográfico. Esta expansión se plasma en la construcción de grandes edificios señoriales durante los siglos XVI y XVIII, una época en la que Cabra adquiere el carácter monumental que puede contemplar el viajero actual. Hijo destacado de Cabra es el escritor del siglo XIX Juan Valera, miembro de la Real Academia Española y autor de la novela Pepita Jiménez.

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