Alarcos

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Datos principales


Tipo

Emplazamiento

Antecesor

Ciudad Real (provincia)

Localización


Desarrollo


El yacimiento arqueológico de Alarcos está situado a 8 km. de la capital, Ciudad Real, y a tres del municipio de Poblete. El cerro se eleva unos 100 m. sobre el río Guadiana, lo que le permite el control de las rutas que han cruzado históricamente la región de este a oeste y de norte a sur. Actualmente, forma parte de un Parque Arqueológico, que también incluye la ciudad islámica de Calatrava la Vieja. Los primeros restos de Alarcos datan de la edad del Bronce, ya que, gracias a su estratégica posición, era un lugar idóneo para el asentamiento de grupos humanos. Hay dos etapas que destacan por encima del resto; por un lado, el desarrollo de la cultura ibérica (siglos VI - III a.C.), ha dejado valiosos vestigios, entre los que sobresalen los restos de un santuario y un gran sistema viario. El segundo periodo importante es el medieval y, concretamente, el siglo XII, cuando se establezca un asentamiento permanente. Es en este periodo cuando se produjo la conocida batalla de Alarcos, en 1195, entre cristianos y musulmanes. En el siglo XIII, tras la victoria cristiana de las Navas de Tolosa (1212) y tras el traslado de la población a Ciudad Real, se edificó la ermita de la Virgen de Alarcos. El asentamiento medieval estaba rodeado por una gruesa muralla de 3 m. de espesor, construida rompiendo algunos restos de la ciudad oretana, sobre la que se encuentra. Las investigaciones llevadas a cabo confirman que toda la villa se encontraba en proceso de construcción en los años inmediatamente anteriores a 1195, confirmándolo los diferentes materiales hallados junto a la muralla.

Actualmente, la mayor parte de la ciudad medieval se encuentra oculta y tan sólo una pequeña parte ha sido sacada a la luz. Conserva una de las puertas secundarias; la principal se encuentra probablemente en la zona sur. Quizás el monumento más destacado de Alarcos era su castillo, situado en el centro de la ciudad, sobre estratos de la edad del Bronce e ibéricos y del que quedan algunos restos. Desde la conquista cristiana de Toledo (1085) hasta la definitiva toma de Alarcos, el castillo se vio sometido a un proceso de transformación; en el exterior se rehicieron las torres. Tras la conquista almohade se produjo la readaptación del espacio interior del castillo, dividiéndose en diferentes dependencias: alcobas, cocinas, fraguas, letrina.

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