Esquema relacional
Pieter de Hooch repite en cada uno de sus cuadros la misma idea, la paz y la felicidad intrínseca de la vida doméstica, protagonizada siempre por las mujeres (los hombres se ocupan de sus asuntos fuera del hogar). Todos sus cuadros incluyen elementos que podemos reconocer como claves comunes en ellos: la señora de la casa dirige las tareas, que ejecuta diligentemente una criada joven. Suelen encontrarse en el patio de la casa, lugar de labor y parte muy privada del hogar, aunque puesta en relación con el exterior. Siempre existe una puerta abierta, que lleva a otro jardín, a la calle donde pasea una pareja, a las escaleras de otra casa... una red privada e íntima que enlaza de manera sutil y poderosa el devenir cotidiano de todos los miembros de la comunidad.