Desarrollo
Querubín de la pintura erótica nombraban a Fragonard los Goncourt en su clásica obra sobre el arte del siglo XVIII. Continuaban diciendo que en sus cuerpos femeninos se advertía un recuerdo a Rubens a través del brillo de Boucher, enriquecido por el sensualismo veneciano. Es un buen ejemplo de pintura que Fragonard ejecutaba en ocasiones para ganarse la vida. Con su ligereza de ejecución, la soltura de su pincelada y su rutilante colorido, eleva el género de "polissonnieries", como se conocía en la época este género de pintura picante y licenciosa, a la categoría de obra maestra.