Esquema relacional
Klimt sentía verdadero agobio con el plazo de entrega de sus obras figurativas. Para descansar de esta presión, veraneaba en el lago Atter, junto a las hermanas Flöge. En estas estancias también pintaba pero lo hacía como ejercicio de relax, recurriendo como tema a paisajes de los alrededores. El estilo utilizado por el maestro recuerda a los retratos de esta época, interesado por el decorativismo, recordando a los mosaicos bizantinos que tanto llamaron su atención en sus visitas a Ravena. El estilo empleado es puntillista, aplicando los colores a base de pequeños toques que constituyen una especie de puzzle. La sensación de bidimensionalidad que percibe el espectador es una referencia a la estampa japonesa, limitando el espacio a una zona reducida ya que empleaba un visor para captar las escenas. El resultado es una obra de gran brillantez cromática, recordando a la estructura de un caleidoscopio.